viernes, 6 de diciembre de 2013

Las empresas españolas desaprovechan el talento senior y apuestan por organizaciones más jóvenes, baratas y menos inteligentes, según Hays

Recursos Humanos RRHH Press - En España hay muchos profesionales señor, a partir de 50 años, que están en búsqueda activa de trabajo. Pese a que tienen un potencial y valor intelectual increíble, en estos momentos están encontrando muchas dificultades para reintegrarse en el mercado laboral.
Así lo asegura Hays, multinacional británica de selección de profesionales cualificados, que describe una situación en España en la que muchos y buenos profesionales senior del sector farmacéutico tienen dificultades para encontrar trabajo por el desajuste de edad. Un talento que, con demasiada frecuencia, se desaprovecha.
“Se está produciendo una descapitalización del talento en muchas organizaciones por no apostar de forma decidida en aprovechar la experiencia de los profesionales más senior”, afirma Sergio Hinchado, director del área sanitaria de Hays España.
“Han salido muchos profesionales que están en lo mejor de su carrera y que pueden aportar al negocio mucho más que un candidato más joven. No estamos haciendo una transición ordenada entre generaciones en el mercado laboral y corremos el riesgo de perder experiencia y buenas prácticas por el camino”.
Según Hays, el ahorro que puede suponer la contratación de gente más joven no justifica el no aprovechar este talento. La juventud muchas veces se sobrevalora. Se piensa que un profesional dinámico y flexible tiene que ser necesariamente joven, y no es así. Actualmente, hay muchos profesionales senior que están en búsqueda activa de trabajo, tienen un potencial y valor intelectual increíble, además de experiencia y capacidad de gestión, y están a disposición de las compañías para mejorar su actividad.
imagen de la noticiaAsí, las nuevas generaciones tienen inglés y expectativas salariales mucho más bajas, plena disponibilidad horaria y geográfica, pero, a menudo, les falta experiencia para poder afrontar problemas o crisis que otras generaciones ya han superado o experimentado en el pasado.
La crisis ha acentuado la tendencia a hacer organizaciones más baratas, que también son menos inteligentes. Hinchado señala que “la crisis y, en consecuencia, la reestructuración de las empresas ha afectado a juniors y seniors, pero a los primeros les resulta más fácil volver a encontrar trabajo. Se trata de un problema cultural, porque hay posiciones en las que se puede rendir al cien por cien hasta la edad de jubilación. Esta situación es impensable en Reino Unido o Estados Unidos. Allí las empresas ponen el foco en la experiencia y capacidades, no en la edad. Y si las empresas españolas quieren mejorar, deben cambiar de mentalidad”.
Por último, Hays destaca que, históricamente, ha habido pocos indicadores de productividad. No se ha medido muy bien el desempeño de las personas en el puesto de trabajo. Un profesional podía permanecer en su organización hasta el momento de la jubilación sin tener en cuenta su desempeño y productividad. Por eso, según Sergio Hinchado no hay que desprenderse de las personas en función de la edad, sino en función de su grado de desempeño y productividad.
RRHHpress

miércoles, 27 de noviembre de 2013

La violencia de género como problemática actual

Uno de los temas de máxima actualidad es la violencia de género que tiene sus efectos en todos los sectores de la sociedad siendo una preocupación para todos y que el Estado tiene como deber y obligación implementar las políticas esenciales para su erradicación.
   El debate actual tiene como idea central la violencia que ha sido llevada como mera identificación de las mujeres como víctimas estáticas de su realidad. La violencia es aquella conducta que se realiza de manera consciente y adrede para generar algún tipo de daño a la víctima ya sea emocionalmente o físicamente.
   El género es el grupo de seres que comparten ciertas características entre si. La violencia de género es entonces es aquella acción ejercida de un sexo hacia otro y que como ya dijimos anteriormente seria aquellos casos en los que la víctima pertenece al género femenino.
   Dentro de la violencia de género distinguimos tres tipos esenciales:
   1. Violencia física: es aquella ejercida sobre la víctima que recibe malos tratos tales como golpes, patadas, mordiscos, cortaduras, causándoles lesiones físicas a la misma.
   2. Violencia psicológica: es aquella en la cual la víctima recibe humillaciones en su persona, disminución en su persona, en su condición como mujer, gritos, desprecios, amenazas, intentando de una u otra manera de hacerle creer que ella es la culpable de todo.
   3. Violencia económica: Es aquella que se caracteriza en que la victima no tenga derecho a acceder a un trabajo y axial se subordina a la mera dependencia del maltratador.
   4. Violencia sexual: aquí la coacción es el medio por el cual es ejercido por el maltratador a los fines de tener relaciones sexuales no deseadas por la víctima.
   5. Violencia doméstica: es aquella que se produce en el hogar ingresando en el contexto familiar la esposa, sus hijos, nietos siendo varias la victimas de dicha violencia.
   El art. 1 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la mujer del año 1994 de Naciones Unidas establece la violencia de género como "todo acto de violencia basado en la pertenencia del sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico,, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada".
   En Argentina, la Ley 26.485 sancionada hace poco tiempo previene la violencia de género estableciendo su sanción y erradicación de la misma.
   Un dato es lo sucedido en el año 2008 que pone un llamado de atención ya que se han recepcionado más de 60.000 denuncias sobre violencia de género, incrementándose en un 200 % con relación a las estadísticas registradas en el año 2006.
Es importante saber como se desarrolla la violencia de género y siguiendo a WALKER hace referencia al denominado ciclo de la violencia física donde identifica tres fases sumamente interesantes y son:
   a. Primera fase es de acumulación de la tensión en la que la víctima percibe como el agresor va volviéndose mas susceptible respondiendo con mas agresividad y encontrando motivos de conflicto.
   b. Segunda fase: Es el estallido de la tensión en la que la violencia finalmente explota dando lugar a la agresión.
   c. Tercera fase: es denominada como luna de miel o arrepentimiento donde el maltratador pide disculpas a la víctima le hace regalos mostrándole su arrepentimiento.
   El perfil de la victima se caracteriza como un acostumbramiento a la situación que habitualmente la somete el maltratador, negando la existencia de la misma, minimizando y hasta decir "todo esta bien", aceptando dicha situación llevada muchas veces por el miedo o bien por conservar su matrimonio.
   En cuanto al tratamiento de la violencia de género es importante la atención terapéutica a los fines de que la victima sea conciente de la situación que acepte la realidad de la violencia ejercida por el maltratador, lo cual el apoyo psicológico es fundamental para poder la víctima salir adelante.
   Por último la prevención de la violencia de género se relaciona con la información y la educación a través de los medios de comunicación, cursos tendientes a difundir la problemática del tema, sus efectos y consecuencias que en muchos casos son irreversibles ya que la victima de la violencia de género puede llegar a la muerte.
   Es por ello que el mismo Estado debe implementar políticas sociales tendientes a erradicar la violencia de género en la sociedad ya que es una problemática que afecta a todos.


Por Mac Donald, Andrea F.

http://www.dab.com.ar/articles/137/la-violencia-de-g%C3%A9nero-como-problem%C3%A1tica-actual.aspx 

INSINCERIDAD Y DESHONESTIDAD EN LA ESCRITURA

Si ustedes tuvieran que asociarse con alguien, ¿no les gustaría saber si pueden confiar en esa persona y no tener que llevarse sorpresas en el futuro?
Con respecto a este tema, tenemos varios signos que nos pueden reflejar el hecho de que una persona no sea confiable, con un mayor o menor grado de ocultamiento.
Sabemos que no es lo mismo no decir algo, que mentir abiertamente.
Hay “silencios insinceros”, que tienen que ver con callar la verdad, pecar por omisión
Hay otras actitudes que tienen que ver con engaños, fraudes, y estafas.
Pero no solo no se dice la verdad por mala intención, sino también por error, anormalidad, o miedo, por ejemplo.
Como definición de mentira, podemos adoptar la que postula Silvia Ras, que dice: “la mentira es una afirmación o negación contraria a los hechos y que se omite a sabiendas o inconscientemente con el objeto de que otros la crean cierta”.
La mentira puede tener diferentes causas: debilidad de carácter, imaginación exaltada, desequilibrio psíquico, engreimiento o vanidad, vergüenza, temor, complejos, exageración, y por  supuesto, hay quienes utilizan la mentira para su propio beneficio, con astucia malévola y con una finalidad determinada, sin importar la moralidad o principios y calculando cada uno de sus pasos.
Dice J.J. Simón, que “no es posible asegurar la fiabilidad de una persona al cien por cien, ya que existen muchísimos factores  en la personalidad que pueden, en un momento dado, hacer que una persona deje de ser fiable en determinadas circunstancias”. Es cierto, pero si bien no hay una certeza absoluta, la grafología cuenta con varios signos, para detectar una conducta basada o no en la rectitud y los principios morales.
Es en estos casos que debe hacerse una evaluación sobre el nivel moral del sujeto, entendiendo dentro de lo moral, el grado de sinceridad, honestidad, honradez, principios éticos, escala de valores, decencia, dignidad, sensibilidad, rectitud, altruismo, energía, juicio claro y cierto desarrollo intelectual.
De acuerdo al resultado, podremos determinar el grado de confiabilidad (positivo, negativo o dudoso), y qué porcentaje de posibilidades existe para que esta persona caiga en acciones deshonestas.
Sabemos que todo comportamiento deshonesto tiene que ver con actitudes de poca confiabilidad, pero no todas las conductas poco fiables, implican necesariamente deshonestidad.
Las actitudes deshonestas se basan esencialmente en la falsedad, el egoísmo, la falta de principios o convicciones, la indolencia, etc.
Según Max Pulver  “no se puede llamar insincera a la persona que hace rodeos o esconde alguna parte de su modo de ser. Para afirmar que una mente es insincera, en el sentido de cometer en la primera ocasión una cosa moralmente prohibida o judicialmente penada, ha de existir, por lo menos, cuatro grupos de insinceridad”.
Es decir, que debemos corroborar muy bien todos los signos gráficos.
Algunos de estos rasgos son más significativos por sí mismos (quiere decir que de por sí son negativos), y otros sirven como reforzantes dentro de este contexto (tienen un valor más relativo). Veamos:
1.     Óvalos abiertos abajo (ocultamiento, deshonestidad)
2.    Óvalos divididos con bucle (simulación, tener dos caras)
3.      Óvalos con doble vuelta (no dejarse conocer)
4.     Letra p en doce o en dos trazos (aptitud comercial, afán de dinero)
5.     Letra s caída por debajo del renglón (tendencia a mentir)
6.     Escritura lenta, vacilante  (falta de espontaneidad)
7.     Línea de trayectoria sinuosa  (evasión)
8.     Trazos recubiertos  (pasar dos veces por el mismo trazo). Si son curvos es un ocultamiento más diestro y refinado
9.    Ilegibilidad  (cuando es hecha a propósito)
10.  Letras en sentido inverso o trazos contrarios (carácter engañador)
11.  Inclinación sinistrógira  (gesto de cubrirse)
12.  Retoques en escritura lenta (arreglar o modificar lo hecho o dicho)
13.  Letra muy concentrada, apretada o encimada  (egoísmo, avaricia)
14.  Arcada  (movimiento defensivo, diplomacia, reserva, apariencia, pose)
15.  Escritura artificial  (artificiosidad, falta de naturalidad)
16.  Distribución confusa  (poca claridad)
17.  Letras o números poco claros  (se prestan a confusión)
18.  Rigidez (falta de espontaneidad)
19.  Puntos innecesarios en la firma  (que no formen parte de la puntuación)
20.  Ganchos, bucles  (sobre todo si son regresivos y en zona inferior)
21.  Ornamentaciones, complicaciones, enroscamientos (tendencia a la exageración e intriga)
22.  Diferencias considerables entre texto y firma  (contradicción entre el Yo social y el Yo íntimo, disimulo)
23.  Rúbricas embrolladas  (falta de simplificación y de claridad)
24.  Escritura filiforme (evasión, falta de compromiso, adaptación a toda costa, evitar una posición clara, espíritu polifacético, falta de ética). Los filiformes se suelen presentar en escrituras de nivel intelectual y socio-cultural más alto. La interpretación de insinceridad es más grave cuando se realizan en el interior de la palabra (comúnmente se dice el “ladrón de guante blanco”)
25.  Exageraciones  (imaginación desbordante que predispone a la mentira)
26.  Barras de T inexistentes  (voluntad débil, propenso a “dejarse    llevar”)
27.  Uña de gato  (ocultamiento, mala intención)
28.  Espirales  (egoísmo, mentira por vanidad)
29.  Rotura de trazo continuo, rotura de letras (artificio, no espontaneidad)
30.  Sustitución de letras (“gato por liebre”)
31.  Letra script, cuando no es deformación profesional (máscara, deseo de causar efecto, deseo de perfección)
32.  Omisión de letras en escritura lenta (equivale a una desaparición)
33.  Descuido de detalles en las letras (descuido de la verdad, indolencia)
Vuelvo a aclarar lo que digo siempre (y lo haré hasta el cansancio). No por un solo signo, podemos aseverar una interpretación. Las características de personalidad deben estar presentes en varios signos grafológicos, y se deben corroborar muy bien, sobre todo en aspectos tan delicados como éste.
Por ejemplo:  la escritura sinistrógira puede significar timidez, inhibición en un determinado contexto, sin tener connotación de insinceridad. Pero en una escritura que tiene varios de estos signos, nos va a reforzar la falta de confiabilidad.
La arcada es una expresión de reserva, una forma de protección; pero en este contexto refleja un hábil manejo de las apariencias.
El retoque puede tener que ver con un deseo de perfeccionamiento y exactitud. Pero cuando predomina en escritura lenta y con otros signos que lo corroboren es negativo (sería un querer impresionar con una buena imagen).
Una escritura con inclinación sinistrógira, coligamento en arcada, margen izquierdo ausente, óvalos cerrados, escritura lenta, apretada y caligráfica, trazos recubiertos, reflejará a una persona que se protege y que puede llegar a ocultar o no decir  la verdad por temor, por inhibición o por inseguridad, pero no por deshonestidad (encubrimiento, silencios insinceros, mentir por callar la verdad).
Como dije anteriormente, la mentira tiene varios matices. Se puede llegar a mentir por:
1.    Exageración, fanfarronería, vanidad (mayúsculas muy grandes y adornadas, inflamientos, óvalos grandes y dimensión creciente, desproporciones, firma grande, ilegible, rúbrica complicada, escritura extravagante, sobrealzada), quiere mostrar algo que no es. A mayor enroscamiento de las letras, mayor grado de vanidad.
2.    Mala intención, falsedad, deshonestidad  (óvalos abiertos abajo o cerrados por abajo, uña de gato, escritura y firma ilegibles pero lentas, dirección sinuosa, filiformes sobre todo en el interior de la palabra, rúbrica complicada o envolvente, diente de jabalí, prolongaciones inferiores y hacia la izquierda, trazos en sentido contrario, ganchos y arpones en zona inferior)
3.    Debilidad de carácter (tensión blanda, presión débil, barras de inexistentes, escritura lenta, curvácea, bucles, retoques), son personas que no saben o no pueden decir que no por falta de firmeza.
4.    Miedo, inhibición, inseguridad, falta de autoconfianza  (sinistrógira, arcada, margen izquierdo ausente, escritura apretada, caligráfica, margen derecho amplio, trazos regresivos y vacilantes, retoques, trazos recubiertos, velocidad pausada o lenta, firma pequeña y a la izquierda, rúbrica envolvente)
5.    Inestabilidad interna, labilidad (escribir la misma letra de diferentes formas, cambios de letras, dirección sinuosa, irregularidades en general). No hay una coherencia de conducta y de principios.
6.    Mostrar una imagen. Hay quienes se manejan por la vida con una especie de máscara,una fachada que no corresponde a su verdadero ser. Esto puede ser por inseguridad, por falta de autoestima o falta de claridad interna, entonces tratan de causar un determinado efecto en los otros con deseos de perfección constante (letra script, velocidad pausada o lenta, escritura muy regular o rígida). También puede ocurrir esto por educación o formalismo, donde no está permitida la espontaneidad y se siguen ideales convencionales y disciplinas sociales impuestas. Un ejemplo de esto es la denominada escritura Sacre Coeur (Sagrado Corazón), que es totalmente caligráfica, angulosa, y sigue un estilo determinado, “inamovible” (educación severa y principios muy rígidos).
7.    Hipocresía. Según Vels: “actitud teatral deshonesta mediante la cual se intenta hacer quer una cosa sea distinta de cómo es. Adorno de virtudes ausentes. Mentira reflexiva, engaño intencionado, a veces de mala fe”. (*)  La persona hipócrita suele tener modales finos, amabilidad exagerada, moralidad aparente, acostumbra adular al otro (arcada, sinuosa, filiforme, bucles y anillados, óvalos cerrados o divididos con bucle, escritura “armada”, no simplificada)
8.    Egoísmo, instintos acaparadores (escritura apretada, márgenes ausentes, distribución concentrada, arpones y ganchos convergentes, espirales, trazos hacia la izquierda y hacia abajo, escritura regresiva, dimensión pequeña)
9.    Diplomacia (dirección sinuosa, filiformes, velocidad rápida, bucles, letras desiguales en tamaño, irregularidades en general, óvalos cerrados con bucle). Convengamos que un cierto grado de diplomacia es sumamente necesario y positivo para las relaciones sociales, pero entre ella y el engaño o la hipocresía hay solo un paso…
10.  Comodidad. Son las personas que prefieren caer en la mentira o en el engaño por indolencia, por no tener que enfrentarse con la verdad (tensión floja o blanda, letras que se confunden o se olvidan, desorden, letras mal terminadas, falta de puntuación o barras de t, descuido de los detalles en general. Pulver dice que el descuido de los detalles se relaciona con el descuido de la verdad).


viernes, 22 de noviembre de 2013

Citas y frases célebres e históricas sobre Grafología

 
GORDON W. ALLPORT
"En su calidad de "gesto cristalizado", la escritura es, por diversas razones, el más accesible estudio de todos los movimientos expresivos: todos los demás movimientos son fugaces y más difícilmente mensurables. Los críticos que niegan inflexiblemente que haya algo en la Grafología, están equivocados. Muchos estudios muestran que los grafólogos diagnostican acertadamente algunas características con una frecuencia mayor de la que correspondería al azar (los estudios sobre este tema son numerosos: citaremos como ejemplo a H.J. Eysenck en Graphological Analysis and Psychiatry. An experimental study, Brt. J. Psychol., 35 - 1945)... el método que presta su principal atención a los signos gráficos específicos es, probablemente, menos válido que el molar. Otros investigadores prefieren estudiar caracteres molares (globales)... no obstante, todos los medios de expresión merecen ser estudiados..."
 
J. BERNSTEIN
"Si se reconoce, legítimamente, que la grafología constituye el primer intento de producir y analizar proyecciones con fines diagnósticos, la familia gráfica deberá considerarse como la más antigua en la exploración psicológica proyectiva... pero los conocimientos y experiencias a menudo útiles que fueron acumulando los grafólogos (muy frecuentemente sospechados y desvalorizados, aunque a veces sin razón) no bastaron para que las técnicas gráficas alcanzaran la bondad operativa que sí, en cambio, han logrado las verbales". (Del prólogo del libro: "Tests proyectivos gráficos" de E.F. Hammer).

SUZANNE BRESARD
"La grafología es una ciencia de observación y un arte de interpretación".
 
J. CRÉPIEUX-JAMIN
"La grafología reposa sobre bases ciertas, ha pasado con éxito experimental diversas pruebas (las de A. Binet), tiene sus leyes, su método y su clasificación; no tiene nada de oculto y puede aprenderse, por lo que no se le puede negar el título de ciencia de la observación".
"Así como hay una relación entre carácter y acto, así también la hay entre carácter y escritura, ya que esta se puede considerar formada por pequeños e innumerables actos"

J. W. GOETHE (Carta a Lavater)
"De que la escritura tenga relaciones con el carácter y la inteligencia humana, y que puede dar, cuando menos, un presentimiento de la manera de sentir o de obrar, no hay ninguna sombra de duda, como tampoco de que pueda ser reconocida una concordancia con toda la personalidad".
 
J.CH. GROHMANN (1792)
"Disfrazar la propia escritura resulta tan difícil como disfrazar la fisonomía".
 
EDOUARD HOQUART
"Cuando hablamos, es bajo la influencia de la voluntad. No sucede lo mismo con el gesto, frecuentemente involuntario. Esto es así porque con la palabra es fácil engañar, mientras que el gesto que se nos escapa es la huella de la verdad".
 
LAVATER ESCRIBIENDO A GOETHE
"Cuanto más comparo unos con otros los distintos escritos que hasta mí llegan, tanto más se afirma en mí la idea de que todos ellos pueden considerarse como expresiones y expansiones del carácter".
 
LEIBNITZ
"También la escritura expresa casi siempre, de una u otra manera, el temperamento natural, a menos que sea obra de un calígrafo".
 
RUDOLF POPHAL
"La Grafología es una rama de la antropología que estudia la personalidad del gesto gráfico individual interpretado en modo neurofisiológico-analítico-genético".
 
MAX PULVER
"Influyen en la escritura, tanto los rasgos esenciales psíquicos y espirituales, como los procesos fisiológicos".
"Escribir conscientemente es lo mismo que dibujar inconscientemente el dibujo de sí mismo, el autorretrato"
 
WILLIAM SHAKESPEARE
"Dame la escritura de una mujer y yo te diré su carácter".
 
PAUL TOURNIER
"Recuerdo que ejercitaba, poco antes de obtener el doctorado, la nueva firma que utilizaría, rúbrica complicada y ficticia que abandoné poco después".
 
"Se puede llegar a modificar el carácter por una reeducación sistemática de la escritura". (Del libro: "El Personaje y la Persona").
 
J. A. VALLEJO NAJERA
"Los tests de personalidad pretenden medir no únicamente la inteligencia, sino la personalidad total del sujeto, sus cargas afectivas y conflictos interiores que se "proyectan" en la elaboración que el individuo hace de un material determinado. El más antiguo y simple de estos tests es la grafología, un test que se registra por sí mismo, pues en la página manuscrita se refleja la agresividad, estado de ánimo, valoración del Yo (..). Todos estos tests (los proyectivos) son muy sencillos de realizar, pero difíciles de valorar... por lo que no puede realizarlos el médico general o pediatra si no tiene una verdadera especialización en ellos". (De su libro: "Introducción a la Psiquiatría").
 
AUGUSTO VELS
"La grafología empieza donde termina la caligrafía".
http://www.grafoanalisis.com/agcfraes.htm

martes, 12 de noviembre de 2013

Gestión de talento humano

"El talento no se basa en tener dones que los demás no tienen, sino en saber utilizarlos". Esta definición referida al talento humano es válida por donde se la mire en el mundo empresario. Es válida para quien busca empleo y tal vez ignore que posee capacidades que en ese momento son requeridas. Y también lo es para quienes demandan una clase específica de persona para una función determinada y que tal vez hayan pasado por alto que en su empresa estén trabajando personas con esas características. La concepción tradicional y antigua de la denominada "relación de dependencia" es aquella en la que un empleado pasa a ser un ente que llena un puesto de trabajo, lo cumple con mayor o menor eficiencia y se convierte, entonces, en un "recurso humano". Más o menos como un torno metalúrgico o una multicopiadora. ¿Cómo sabe un empresario o un gerente que en su empresa tiene uno o más talentos aunque desconocidos? Elbert Hubbard, escritor, editor y filósofo norteamericano concluye en su célebre "Un mensaje a García" que la clave para lograr el éxito es la voluntad inmediata aplicada a la tarea encomendada, sin vacilaciones y sin excusas intermedias. El talento surge en momentos de prueba en los que el esfuerzo es requerido sin otros condicionantes que la meta a alcanzar. ¿Cómo hacerlo? Allí entra el talento especial de la persona. El jefe de stock de una gran cadena de supermercados del Gran Buenos Aires −acuciado por su gerente ante las demoras y colas de proveedores− halló que el proceso de recepción de mercancía en los depósitos era demasiado lento. El sistema estaba dictado por los proveedores, que llenaban engorrosas planillas para asentar cada entrega. Un día, viendo a una cajera trabajar con sus entonces novísimos facturadores láser, tuvo la brillante idea de trasladar ese sistema al registro de entregas. Desde entonces, las planillas fueron reemplazadas por lectores electrónicos. La mercancía entraba como un tren expreso a las cintas transportadoras y al término de la vertiginosa entrega, el sistema expedía en 30 segundos un detallado comprobante de lo recibido. Así, el tiempo de acopio se redujo en un 33% y el empleado fue premiado y ascendido por su aporte a la agilización de procedimientos y reducción de costos, que, de paso, también agradecieron los proveedores que pudieron realizar más entregas diarias que hasta entonces. De eso se trata. El talento duerme donde menos se piensa, generalmente, en personas a quienes la pomposamente denominada "gerencia de recursos humanos" jamás considera más allá del marcado de tarjeta de asistencia y ausencia de faltazos. Hoy día, esa concepción ha cambiado. Se llama "gestión de talento humano". Es lo actual. Es el futuro.

viernes, 8 de noviembre de 2013

SIGNIFICACIÓN DE LA FIRMA (Valor grafológico de la firma)


            Para la interpretación correcta y completa de la firma (y rúbrica) deben tomarse en consideración las sabias declaraciones de los siguientes eminentes grafólogos:

            «Ningún estudio grafológico debe ser hecho si el texto no está firma­do y, de la misma manera, ningún estudio grafológico debiera realizarse si la firma no va acompañada de un texto manuscrito.» (Charlotte Dugheyt). Asimismo, Rudolph S. Hearns en Self portraits in Autographs dice: «Las firmas deben ser interpretadas adecuadamente sólo en conexión con el texto manuscrito.»

            Por nuestra parte, hemos de decir que en la firma hay un componen­te importante que son las mayúsculas. Sostenemos, no obstante, que no exis­te la denominada "grafología de las mayúsculas", cuyo estudio particulariza­do se efectúa en la Grafología General a cada uno de los Aspectos gráficos, "especies" o variables, así como en sus iniciales y finales o gestos tipo. Cier­tamente, hay formas raras e infrecuentes, las cuales hay que interpretar se­gún el contexto y la aplicación de principios adecuados; si no, es preferible evitar su interpretación, tal como indica Crépieux-Jamin respecto a los sig­nos raros o poco frecuentes (principalmente "modos").

            La firma, en cualquier caso, no podrá proporcionar indicaciones completas sobre la personalidad. Es más bien un elemento de confirmación, corrección o contradicción de las indicaciones que provee el texto gráfico.

            En resumen, somos partidarios de lo que afirma el eminente Cré­pieux-Jamin: «Es imprudente, en ausencia de otros documentos, comentar la firma a fondo, ya que su extrema condensación obliga a controlar nuestras observaciones.» También el sujeto puede haber evolucionado más de lo que indica la firma.


Positivación del texto a través de la firma

            Los elementos que deben tomarse en cuenta para la valoración del texto derivados de una firma "plusvalorante" son principalmente:

a) Congruencia texto-firma (claridad, tamaño, colocación, etc.) Ascendente.

b) Firma tónica, en relieve, progresiva, expresiva, espontá­nea, etc.

            Lo cual expresa potencialidades de evolución, necesidad de autorrea­lización, competitividad, recursos creativos, etc.

            En otras palabras, una firma con elementos positivos tiende a mos­trar una personalidad con recursos para su realización socio-laboral.


Definición de la firma

            Puede definirse la firma como un conjunto de gestos habituales y au­tomatizados elegidos libremente sin restricción alguna (A. Lecerf) que plas­ma la estilización de la autoimagen (Kurtz), la autorrepresentación de sí (autorretrato o autobiografía abreviada) y la expresión de núcleo más íntimo, privado y más real de la personalidad. En otras palabras, es la expresión del comportamiento íntimo y el nivel de autoaceptación y sentimiento de sí mis­mo.

            El texto expresa el plano más socio-profesional, los actos y la actitud frente al mundo circundante (Bousquet), o sea el Yo manifestado.

            La síntesis personalísima del individuo o impronta personal expresa más concretamente:

a) El potencia de recursos y reservas (que no siempre se exterioriza) y forma de utilizarlo. Energía potencial.

b) Es el símbolo esencial del proyecto de vida personal, evo­lutivo, autoafirmativo, que expresa lo que el sujeto es, cómo quiere ser, lo que quiere ser y lo que desearía ser o tener, así como los deseos más profundos. Yo desiderativo.

c) Es la expresión de los frenos, pulsiones y equilibrio de las aspiraciones y motivaciones vs. abandono y negación.

d) Grado de confianza en la autoimagen; sentido de éxito (o fracaso) y la estimación de los valores propios.

e) Es la expresión de aspectos ocultos, conflictos internos, fracasos, traumas, nostalgias, imperfecciones escondidas (Crépieux-Jamin) y compensaciones de sentimientos de infe­rioridad (Vels).

f) Es la expresión de las exigencias del Yo (Torbidoni).


Simbolismo del nombre de pila y los apellidos

                  Nombre

Yo infantil

Sentimiento de la infancia

Narcisismo

Deseo de figurar (si grande)



"Niño mimado" (si grande)
Exclusivismo



Nombre suprimido o abreviado

Represión o rechazo de las expe­riencias de la infancia, a veces desgraciada (sólo inicial). Tam­bién, actitud conservadora. Olvido del pasado.
                 Apellidos

Yo laboral. El "self made man"

Madurez; rol de adulto

Aceptación rol social

Orgullo familiar. El sujeto quie­re ser reconocido como alguien espe­cial (si grande)

Énfasis en los roles de protección y autoridad (si predominante so­bre nombre). Deseo de éxito so­cial

    Supresión apellido paterno

Problemas con el padre. Comple­jo de Edipo. Inexistencia psíquica o física del padre.


            La firma con únicamente iniciales puede expresar fuertes sentimien­tos de culpa.


Firma en dos planos (nombre sobre apellido)

            - Infravaloración (complejo físico?).
            - Tendencia a vivir en dos planos: el espiritual y el material.
            - Prioridad a la relación personal por encima de los convencionalis­mos.
            - Rebelión si tiene que trabajar en algo que no le va personalmente.


Sobre la rúbrica

            La rúbrica es el dibujo inconsciente de mecanismos de defensa del Yo íntimo, o sea, la defensividad respecto a los demás (Vels).

            Cuanto más cercana está de los nombres (firma), más vinculación psicológica con la familia o el ambiente. Cuanto más lejos se sitúa la rúbri­ca, se coloca una barrera más distante entre la intimidad propia y las perso­nas de confianza. Cuanto más alejada sea la rúbrica que subraya el nombre, más orgullo. En otros casos puede indicar "intriga" (Salberg).

         Rúbrica simplificada

Confianza en sí mismo


Naturalidad

Sencillez


Serenidad
          Rúbrica complicada

Sobrevaloración de sí mismo. Afectación histeroide

Autoprotección

Malas intenciones. Intriga. Cons­pi­ración

Angustia. Alienación. Fobias


Rúbrica que envuelve la firma

            Se corresponde con la mal denominada "firma envolvente". La firma está rodeada por un círculo protector. Algunos aluden a que la firma está en estado fetal.

            . Dependencia familiar
                        - Egoísmo familiar.
                        - Fijación en la madre.
                        - Evitación de conflicto con el padre.
                        - Necesidad de quedarse en casa.

            . Inmadurez
                        - Posesividad infantil, pasiva.
                        - Busca de protección (dependencia materna).
                        - Dificultad para conseguir la autonomía. Esp. subalterno.
                        - Autismo. Regresión.

            . Inseguridad
                        - Defensa de la intimidad.
                        - Sentimiento de inferioridad.
                        - Búsqueda de un ambiente seguro.
- El sujeto se esconde porque tiene algo que reprocharse (Cobbaert).

            . Desconfianza
                        - Defensa del ambiente exterior.
                        - Sentimiento de persecución.
                        - Suspicacia; está siempre alerta.
- Miedo a que se descubra su propia pequeñez (¿delirio de grandeza?).
                        - Protección contra peligros exteriores.

            . Inadaptación
                        - Poca comunicatividad.
                        - Rechazo de la vida social.
                        - Esquizoidismo.
                        - Inabordable.

            . Sentimiento de inadecuación
                        - Ansiedad.
                        - Preocupación constante.
                        - Neurosis obsesiva.
                        - Misoginia.
- Protección neurótica contra temores y ansiedades: supers­ticiones, juego o ritos mágicos.


Firma tachada por la rúbrica

            Para R. Crepy, el autor de esta modalidad de firma, es una persona "desafortunada" que ha heredado atavismos, handicaps y sentimientos de cul­pabilidad y que el sujeto hace lo necesario para fracasar.

            Se origina en el "temor a ser atacado por los padres" (culpabilidad agresiva por conflicto agresivo con la instancia paterna). Sentimiento de infe­rioridad y de indignidad. Mecanismo de censura y negación.

- Autorreproche. Autocrítica. Perfectismo; deseo de superación obse­sivo.
            - Super-Ego acusador.
            - Autolimitaciones inconscientes.
- Situación apurada. Sentimiento de haber sufrido alguna disminu­ción (C. Muñoz E.).
- Disforia: intranquilidad, preocupación.
            - Rebelión (parte de agresividad contra otros). Marne.
- El sujeto puede cuidar de sí mismo y de los demás y no lo hace.


Congruencia de la firma-texto

            La coherencia y homogeneidad entre firma y texto es generalmente positiva. La firma idéntica al texto suele serlo básicamente en la legibilidad, tamaño y orientación (inclinación, dirección, línea, etc.). Es evidente que las disonancias pueden ser muchas más, pero deben interpretarse mediante los criterios grafológicos propios de la "combinación contextual" que se practica con el texto.

           Firma congruente

Tendencia a mostrarse con natu­ralidad y estabilidad tanto en la vida privada como profesional.

Asunción adecuada de las res­pon­sabilidades. Buen compromiso con la conciencia moral (Super Yo).

Solidez interna para respon­der de la acción emprendida.

Ajuste entre aspiraciones y rea­li­dad. Identificación entre logros y ambiciones.

Armonía entre la imagen exte­rio­rizada y la propia.


Homogeneidad entre la realidad íntima y la realidad social.

(-) Dificultad para modular el registro de intervención debido al excesivo monolitismo de la perso­nalidad.

Posibilidades no desproporciona­das.
         Firma incongruente

Insinceridad. Deseo de aparecer diferente.


Promete pero no hace; se evade de sí mismo.
Vida doble.


Inmadurez. Inconstancia en los objetivos.

Comportamiento incoherente.



Se presenta y expresa ante los de­más de forma diversa a cómo es su exigencia interior (Torbido­ni).

Escisión entre el rol socioprofe­sional y la "autoimagen".

Oportunismo. Adaptación a toda costa.



Temor a amenazas que pueden desvalorizar el Yo.


                                 Firma más grande que texto

                        - Confianza en sí mismo.
                        - Autoestima y autoestimación realista.
                        - Compensación de complejos o sentimientos de inferioridad.
                        - Capacidad de valoración del potencial.
                        - Ambición de "ser superior" a las propias posibilidades.
                        - Orgullo o conciencia del propio valer.
                        - Necesidad del reconocimiento de méritos. Necesidad (his­térica) de ponerse de relieve.
                        - Compensación de un sentimiento de fracaso o impotencia mal aceptado o soportado.
                        - Sentimiento de éxito y de poder.

            La firma más pequeña que el texto traducirá inseguridad, falta de autoestima, complejos de inferioridad, infravaloración, sentimiento de fracaso, subalternismo, etc.


Firma ascendente

            1. Aspiraciones llenas de promesas, motivadas por un proyecto de porvenir.

            2. Reserva de espíritu de superación y energía para vencer los obstá­culos y afrontar las dificultades de la vida, así como vencer el desánimo oca­sional.

            3. Necesidad de buscar el "punto culminante".

            4. Capacidad de empresa para arriesgarse, innovar y evolucionar.



Muy ascendente

            5. Pretensiones excesivas propias de la inmadurez del joven que se cree capaz de escalarlo todo (Rochetal).

            6. Ambiciones desmedidas, inalcanzables e inasequibles para fijar las metas más allá de las posibilidades.

            7. Insatisfacción permanente de los propios logros.

            8. Huida de la realidad; no se sabe bien lo que se quiere.

            9. Exaltación histérica.

            10. Desequilibrio entre deseos y posibilidades que impiden la perse­verancia y el realismo.

            11. Arribismo (si "en raíles").


Firma ilegible

            La firma ilegible implica sentido de responsabilidad para cumplir las obligaciones y determinación clara para llevar a cabo lo convenido o pacta­do, consciencia de las propias capacidades y limitaciones: autenticidad.

            Las principales características de la firma ilegible o confusa impli­can

            1. Escapismo de la realidad.

            2. Temor a aparecer tal como se es realmente. El sujeto no quiere dejarse ver. Impenetrabilidad.

            3. Evasión de responsabilidad.

            4. Falta de valor moral para presentarse con naturalidad; deseo de esconderse detrás de una máscara para llevar a los demás por un camino erró­neo.

            5. Disimulo de la propia inferioridad (Magnat).

            6. "Identidad mal vivida o mal adquirida, de ahí la inseguridad, la desconfianza, el miedo y el deseo de protegerse, de ser invulnerable y de no comprometerse moralmente tomando responsabilidades (J. Monnot).


Rúbricas típicas

Punto tras la firma. Preocupación al escoger nuevas amistades (Marne). Prudencia verificadora. Desconfianza ante el porvenir. Dificultad para "aguantar más". Necesidad de poner punto final o de tener la última palabra. Cansancio vital.

Firma entre raíles. Deseo de seguir una línea de conducta estricta. Búsqueda de la seguridad (necesidad de garantías tanto en el plano social como material). Autoprotección para evitar interferencias ajenas (secretis­mo). Seguimiento de normas para alcanzar objetivos (especializa­ción).

Rúbrica con traza descendente vertical. Afirmación en una acción decidida. Autoafirmación propia independencia. Capacidad de defensa y ata­que (polémica). Poco cooperativo (si orientada hacia la izquierda). Actividad concreta y práctica. Rechazo ideas ajenas, defensa de las ideas propias (Simón). Autoridad incontestable: no soporta la deso­bediencia o la réplica. Desprejuicio de lo que digan los demás, le aplaudan o no.

Rúbrica en zig-zag. Astucia para alcanzar las metas y situarse. Vindicativi­dad. Entusiasmo. Criterios volubles.

Rúbrica (o firma) en espiral estrecha o embrollada. Vivir en un mundo pecu­liar, imaginativo. Ideas fijas u obsesivas. Astucia complicada o habi­lidad práctica para complicar las cosas y enredar (Rochetal).

Rúbrica en "boca de lobo" en forma de "C". Actividad comercial. Voluntad de poder. Tenacidad (Crepy). Reserva (C. Jamin). Astucia (C. Muñoz Espinalt).
"Boca de lobo" en forma de "C" al revés. Conservadurismo egoísta. Apego a lo propio (familia, tierra, etc.). El sujeto se cierra en su pequeña casa.
Idem anterior pero con ángulo a la derecha. Defensa de la intrusión de extranjeros. Desconfianza.

Rúbrica protectora en parte superior. Exclusivismo en el pensamiento. Deseo de pasar desapercibido intelectualmente. Deseo de cubrirse; gran timidez. Ideas extrañas o anticonformistas. Actitudes insolentes. Vo­luntad de limitar la imaginación. Protección de la intimidad para evi­tar problemas (rúbrica que cubre el nombre).

Rúbricas en lazo
en forma de "x" abierta a la izquierda. Espontaneidad con los ínti­mos, pero torturado o simplista con los demás.
en forma de "x" abierta a la derecha. Facilidad de contactos. Expre­sividad dúctil.

Rúbrica con uno o dos tildes que cortan la línea. Habilidad para las relacio­nes humanas. Detallismo inútil. "Querer cortar la relación con la madre" (Escriche).


Rúbrica que subraya la firma

Subrayado doble

            1. Orgullo de la persona todavía poco evolucionada. Necesidad de dar excesiva importancia a lo que se dice o hace. Sentimiento de impotencia o fracaso. Deseo de imponer las propias ideas. Deseo de que los demás reco­nozcan los propios méritos, en forma imperiosa. Deseo obsesivo de tener ra­zón.


Subrayado simple o breve

            1. Deseo de reconocimiento y consideración. Gusto por mostrar a otros las propias capacidades. Confianza en sí mismo. Expresión de afirma­ción y dinamismo. Determinación realista. Sentimiento interno del propio valer. Búsqueda del aplauso de los demás.

            (Las significaciones son más positivas si el subrayado es más breve y firme).

            2. Defensa contra el peligro materialista.


Subrayado simple alejado de la firma

            1. Independencia.

            2. Orgullo altanero. Desdén. "Admiradme pero no me toquéis".

            3. Orgullo de casta.


Colocación espacial de la firma

            En general, la colocación horizontal de la firma (izquierda, centro derecha, etc.) indica los siguientes aspectos:

a) Grado de madurez y confianza en sí mismo para avanzar cons­cientemente hacia el futuro; posición del sujeto ante el porvenir.

            b) Dependencia e interés profesional y social.

            c) Capacidad para tomar decisiones e iniciativas.

            d) Nivel de facilidad para la relación social.

            e) Capacidad para superar obstáculos.

Firma situada a la izquierda

            1. Frustración y desilusión fácil; de ahí cierto escapismo o subterfu­gios para no actuar. Tendencia a escapar de la realidad.

            2. Autolimitaciones que impiden el desenvolvimiento; cree que el ambiente es hostil, desconfianza ante la sociedad.

            3. Retirada para apoyarse en valores tradicionales.

            4. Concepto pobre de lo que se es o se pretende realizar.

            5. Miedo irrazonable a vivir por estar prisionero de una conducta de fracaso (¿prisionero de madre posesiva?)

            6. Dependencia afectiva que estorba la autonomía; de ahí la insegu­ridad que se "agarra" en medicamentos, drogas o alcohol.

            7. Necesidad de apoyarse en experiencias o valores del pasado que frena la iniciativa.

            8. Alejamiento autístico del mundo.

            9. Neurosis; comportamiento captativo, necesidad de protección por no poder valerse (separada).


Firma alejada del texto

            1. Despreocupación o desinterés por lo que acaba de ser dicho o he­cho. Incoherencia entre lo que se quiere y lo que se puede alcanzar. Dismi­nución de la implicación o alejamiento de la actividad.

            2. Individualismo. Independencia. Orgullo (desdeñoso) de casta. Distinción.

            3. Tendencia a desconectar con facilidad de los estímulos cotidianos por falta de motivaciones.

            4. Dificultad de integración socio-laboral.

            5. Necesidad de carta blanca y de no rendir cuentas. Ocultación pa­sado deshonesto.

            La firma muy próxima al texto puede indicar servilismo, dependen­cia y necesidad de protección, sencillez y preocupación por el trabajo.


Firma en el centro de la página

            1. Dificultad de evolución hacia la madurez.

            2. Descorazonamiento para tomar iniciativas (Crepy). Papel de se­gundo.

            3. Prudencia para no arriesgarse. Decisiones diferidas.

            4. Deseo de llamar la atención con cierta teatralidad (si grande).

            5. Control del impulso social.

            La firma colocada a la derecha muestra alegría de vivir, iniciativa, confianza en sí mismo, entusiasmo, autorrealización y concordancia entre aspiraciones reales y manifestadas.

                                                                                                                                                         J. TUTUSAUS
BOLETÍN NÚMERO 13, Segundo semestre 1994



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