viernes, 31 de enero de 2014

Realizan avanzado estudio de la Grafología como auxiliar de la criminalística


El reconocido jurista francomacorisano entregó  una copia del estudio al procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, con la finalidad de que  los avanzados estudios sean puestos en marcha por las autoridades judiciales.
El reconocido jurista francomacorisano entregó una copia del estudio al procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, con la finalidad de que los avanzados estudios sean puestos en marcha por las autoridades judiciales.
SAN FRANCISCO DE MACORIS.-Con la finalidad de introducir el estudio de la Grafología en la República Dominicana, desde una visión diferente, no limitativa, sino comprendiendo y aceptando las bondades de esta ciencia o disciplina como auxiliar de la ciencia criminalística, el Lic. Juan Pablo Rodríguez Castillo, Abogado, Grafólogo Forense, con amplio conocimiento de la Psicología Forense, realizó los primeros estudios fundamentados en el análisis de la conducta humana desde tomando como referencia únicamente su escritura y el comportamiento grafología que esta puede expresar.

El Lic. Juan Pablo Rodríguez Castillo,  manifestó que en la República Dominicana, solo aprovechan parcialmente de la  Grafologia, la parte que se dedica a los documentos copia, ciencia que en su concepto general busca determinar la autenticidad o no de un documento.
Rodríguez Castillo al mismo tiempo destacó que construir el perfil del autor de un anónimo, determinar las tendencias de algunas personas, a través del grafoanálisis de su escritura,  para cometer delitos relativos al asesinato, violencia de género, delitos socios-económicos, terrorismo, de igual manera definir los rasgos característicos de la escritura de los jóvenes que a temprana edad comienzan a delinquir, es otra de la bondad que nos ofrece la Grafología como auxiliar de la ciencia criminalística.
"El análisis grafológico no es invasivo, la muestra de la escritura puede ser reciente o el del resultado de un texto anterior, lo importante es estudiarla comprenderla auxiliado de otras ramas que hacen de la grafología una ciencia, como son la grafomanía, la grafometría y la grafo psicología".
Manifestó el jurista que el empleo de esta metodología permite terminar el estudio, con una descripción de la personalidad del individuo. Muchas personas no entienden que la escritura es el resultado de un acto neurofisiológico, comienza en la psiquis y termina en la mano; esas manos que sirven para tantas cosas sus gestos pueden hablarnos de nuestra propia personalidad, admitir este juicio seria lo correcto, rechazarlo sería poner en dudas uno de los principios de las leyes generales de la grafología que dice: Duda la mente, tiembla la mano (Max Pulver, Ley Simbólica).
"Una nota encontrada al lado de un cuerpo sin vida, determinar el estado de ánimo de esa persona, y a la vez comprobar, si ciertamente esa persona por su nivel de emotividad, pudo atentar contra su propia vida. Es lo que se llama autopsia psicológica, lamentablemente hay poca visión en nuestro País, pero haremos todo lo humanamente posible para introducirla y que podamos constar con peritos grafólogos y grafoanalistas en un futuro."
Los estudios que terminó de realizar el referido profesional, fueron en las áreas de Delincuencia Juvenil y Violencia de Genero, los mismos contaron con los permisos que otorgaron las Magistradas encargadas de los Departamentos de Niñas, Niños y Adolescentes y de Violencia Intrafamiliar del Distrito Judicial de Duarte, ambos ya están completamente corregidos y él pretende enviarles copias tanto al Honorable Magistrado Juez Presidente de la Suprema Corte de Justicia, como al Procurador General de la República y al Presidente del Tribunal Constitucional, ya que éste último o a requerimiento del Tribunal, se ordenó la compra del libro El derecho a la Intimidad y la Grafología, de la Profesora Doraye Rueda del Valle.
Conclusiones  de los estudios realizados
En relación a las conclusiones de los estudios realizados, el Lic. Juan Pablo Rodríguez, señaló que en los casos de  violencia juvenil, a título de síntesis, la escritura de estos jóvenes se caracteriza por tener:  tamaño extendido, finales en masa, golpes de látigo Inductiva grafemat  diagonal o barra alta por encima del magistral,  dirección sinuosa, presión firme y la presencia de temblores en algunos grafemas y la inclinación ambivalente o inestable, desde el punto de vista Grafopsicológico esto implica:
1ero. Que en un noventa (90) por ciento, los jóvenes sufren de problemas emocionales o trastornos de la personalidad, que requieren de atención psicológica o psiquiátrica en la menor brevedad. De no recibir la asistencia médica más atinada, estos jóvenes corren el riesgo de seguir delinquiendo, ya que casi todos, sin importar que vayan a realizar un acto delictivo, compensan su inestabilidad emocional con el consumo de sustancia prohibida (marihuana, cocaína), lo que de entrada constituye un factor de riesgo.
2do. En el mismo porcentaje la mayoría de los jóvenes reflejan tendencias al comportamiento: irritable,  impulsivo e intransigente. En sentido general, ninguno estuvo en capacidad de medir las consecuencias de sus actos.
3ro. Todos los jóvenes evaluados vienen una familia disfuncional, y algunos han sido víctima de malos tratos. Para este caso particular destaco, la presencia de temblores y la inclinación ambivalente o inestable.
4to. Son todos personas influenciables lo que en grafología se mide por la escritrura espaciada.
5to. Los centros de atención integral, necesitan de más apoyo de profesionales de la psicología y aunque el centro evaluado tiene un Director con suficiente capacidad, la instalación resulta pequeña, lo implica a hacinamiento, donde se mezclan todos, los de menos peligrosidad con los que a su corta edad, cuenta con un prontuario delictivo.
Desde el punto de vista del Grafopsicología esto implica, tendencias al agotamiento mental, a la carencia de objetividad. Al bloqueo y rigidez, lo que puede desencadenar en reacciones violentas. Estos internos, luchan entre el sentimiento y la razón y algunos  no distinguen claramente,   el sueño de la realidad.
Dijo que los celos, la inseguridad y el comportamiento egocéntrico, generan en estas personas sentimientos de: ambivalencia, desconfianza y desprecio. Son personas arrogantes, orgullosas, y por el alto nivel de sensibilidad, cualquier crítica puede afectarles. El ambiente familiar es por general, el escenario donde sus reacciones coléricas y de combatividad se manifiestan.
Entiende Rodríguez Castillo que la frágil emotividad se quiebra en este espacio, y las consecuencias culminan en  agresiones  que ya traspasan  las fronteras de lo verbal, el maltrato  físico y muchos casos al asesinato. El centro de Vista al Valle, tiene como directora a una Psicóloga muy competente, lo que de entrada permite un mejor manejo de estos internos.
"Como dijimos al principio, estas conclusiones, relativas a los rasgos de la personalidad o del comportamiento de los jóvenes violentos y los agresores para los casos de violencia de género, son el resultado de las valoraciones de las escrituras recogidas en los lugares donde se realizaron las pericias".

http://eljaya.com/index.php/noticias/local/6907-realizan-avanzado-estudio-de-la-grafologia-como-auxiliar-de-la-criminalistica

viernes, 17 de enero de 2014

ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LOS NÚMEROS

LA NUMERACIÓN
Es indudable que el hombre aprendió a contar y a conocer los eventos estelares antes que escribir, pues así lo indican claramente su conocimiento de las posiciones de los astros, del inicio de las estaciones y sus calendarios lunares, pues, según A. Marshack ya existían en el neolítico de grabados en hueso; y también lo demuestra la existencia de cromlechs, como el de Stonehenge, el más famoso de todos, para cuya construcción eran precisos conocimientos astronómicos y de cálculos.
El nacimiento de la agricultura y la ganadería también hicieron necesarios dichos conocimientos para saber cuándo se debía sembrar, realizar el recuento de las cosechas o aparear al ganado. Así también con la navegación, en la que era indispensable conocer cuándo y dónde se producían las mareas y corrientes marinas que podían imposibilitar o facilitar la navegación de las pequeñas embarcaciones de que disponían. De aquí su atenta observación y conocimiento de las fases lunares, del curso solar y de los demás astros visibles. Podemos imaginarnos que empezaron sirviéndose de simples series de trazos a los que añadirían una representación de lo que se contaba, como parece indicar el grabado que acompañamos perteneciente a un fragmento de hueso del neolítico hallado en el Mas-d'Azil (en Ariége, Francia).
Los primeros sistemas reales de numeración que conocemos pertenecen a egipcios y sumerios y para los 10 primeros números son los siguientes:
Como puede verse dichos sistemas de numeración no pueden ser más sencillos. Una mano contiene cinco dedos y dos manos 10; es por ello que los egipcios tomaron el 10 como base para su numeración, mientras que los sumerios adoptaron un sistema sexagesimal, es decir, de base sesenta.
Sesenta constituía la primera gran unidad y se representaba por , y sesenta veces sesenta (3.600) fue por mucho tiempo el número más allá del cual no se concebía pudiera haber más números, y de aquí su nombre de sar (círculo, totalidad).
Poco a poco, el sistema decimal fue suplantando al sexagesimal en la vida corriente, per en los cálculos matemáticos de sacerdotes y sabios el sistema sexagesimal siguió manteniéndose como indispensable para verificar cálculos complicados, a la vez que se convertía en una especie de numeración secreta.
Sin embargo, se encontraron con números que era imposible transcribir con dicho sistema, el primero de los cuales era 1/7; es imposible expresar la séptima parte de algo mediante fracciones sexagesimales, pues se necesita una serie interminable: 1/7 = 8/60 + 34/3.600 + 17/216.000 + ... que los escribas anotaban como 8,34,17.
Esta irreductibilidad del número 7 hizo que lo consideraran de mal agüero y lo atribuyeran a los demonios divinos, los cuales eran siete veces siete, es decir, totalmente irreductibles. De aquí se deducía que el más prudente era no emprender ningún trabajo en los días 7, 14 y 28 de cada mes. Ese fue el origen de la semana, y si bien el Génesis y demás libros sagrados de los hebreos hicieron desaparecer el sentido maléfico del siete, todavía lo sacralizaron más.
Los antiguos griegos adoptaron el mismo sistema de numeración decimal pero con los siguientes símbolos.
LETRAS Y NUMEROS
Para los pueblos mesopotámicos, números y letras se equiparan y adquieren significados propios, y aunque esta equivalencia parece desaparecer con dichos pueblos, reaparece en la Antigua Grecia cuando adopta el alfabeto que ha permanecido vigente hasta nuestros días, anulando el anterior sistema de numeración y asimilando un número a cada letra en forma correlativa.
Posteriormente, si bien la equivalencia letra-número sigue vigente en el mundo cristiano, lo es de una forma soterrada; es decir, la emplearon los teólogos para aclarar ciertos puntos de la doctrina; san Ireneo, por ejemplo, explica por qué la Iglesia admite cuatro evangelios en el Nuevo Testamento, ni uno más ni uno menos, y lo hace diciendo:
“En el mundo en que vivimos existen cuatro regiones u cuatro vientos principales: Dado que la Iglesia se extiende sobre toda la tierra, y dado que el Evangelio es fundamento de la Iglesia y aliento de vida, es razonable que para sostener la Iglesia existan cuatro columnas expandiendo por todas partes la incorruptibilidad y la vida para los hombres. De ello se desprende sin la menor duda, que el Verbo de Dios nos ha dado un cuádruple Evangelio inspirado solo por un espíritu.”
NUMEROLOGÍA GRIEGA
Según la doctrina pitagórica, el número es algo cualitativo que de antemano se halla presente en todo y no se trata de un continuo cuantitativo infinito: el uno, el dos, el tres, etc. no son cantidades, sino determinaciones entre las cuales no existe un intervalo infinitamente divisible, sino una oposición en la cual -y sólo en ella- cada uno de los términos es lo que es.
Por ello, todo lo que constituye el ser de algo es número; en efecto, el uno de los pitagóricos no es la unidad uno, menor de 1,1 y mayor de 0,9, sino que es la unidad fundamental; toda cosa que exista es uno, y dos será la dualidad como otro uno opuesto al primero. Esto es uno y aquello es dos; por lo tanto, la dualidad es asumida en la unidad y la unidad remite de nuevo a la dualidad.
De aquí que el número sea la alternancia entre la unidad y la dualidad, entre lo impar y lo par, entre lo limitado y lo ilimitado. También nos dicen que la unidad que sobra en lo impar es lo que constituye su límite, y que el tres es un retorno a la unidad al suponer la alterabilidad, la limitación de lo ilimitado en la forma de un triángulo, la figura más simple, origen de todas la demás figuras planas. Cuatro es esta misma unidad de ambos términos (unidad y dualidad), pero establecida por el lado de la dualidad, y la suma de estos cuatro términos, 1 + 2 + 3 + 4 forma la tetraktys, o sea el número 10, que nos retorna al 1: 1 + 0 = 1.
Para comprender mejor todo esto, hay que proceder al cálculo en la misma forma que lo hacían nuestros antepasados, mediante el uso de pequeños guijarros (que nosotros podemos sustituir por lentejas o garbanzos para mayor comodidad), y no olvidemos que cálculo deriva de“calculus” que significa piedrecita.
Examinemos un número par y otro impar:
O O O O O O O O O O
O O O O O O O O O O O
Si partiendo de cada extremo y avanzando un piedra en cada paso, llegamos finalmente a dividir el número en dos partes iguales, el número es par; Pero si el proceso finaliza sobre una piedra, el número será impar. El número par siempre es imperfecto y le falta algo. El número par es perfecto y completo; unido al par conserva su cualidad dado que el resultado también es impar; unido a sí mismo da origen a un número par, demostrando su fecundidad.
Por el contrario, uniéndose a sí mismo, el par sólo es capaz de procrear otros números pares e incapaz de procrear un número impar, y se deja dividir en dos partes iguales; por ello es imperfecto.
Principio de todos los números, el 1 contiene a la vez el par y el impar como demuestra Theon de Esmirna, pitagórico del siglo II:
uno + par = impar
uno + impar = par
En realidad 2 y 3 no son números sino los principios de par e impar.
También entendemos mejor la tetraktys mostrándola formada por guijarros:
O
O O
O O O
O O O O
Y lo mismo ocurre con las representaciones geométricas, en las que el punto es la unidad, la línea la dualidad, la oposiciòn de un algo a otro algo, es decir, la distancia que los separa. Con el tres se recupera la unidad al formar algo cerrado en sí mismo, pues tres puntos delimitan una figura plana; pero sólo con el cuatro puede construirse un cuerpo, es decir, una figura en el espacio.
En el universo todo es ritmo, alternancia y geometría, y por ello, las relaciones que se desprenden pueden transmitirse bajo la forma de figuras armónicas de naturaleza vibratoria que actúan sobre nosotros. Y si el Cosmos es número y ritmo, podemos pasar de la armonía de los sonidos a la de las almas. Como dice Proclo: “El número es el glorioso padre de los dioses y de los hombres”; y sus seguidores identifican la Causa Primera -la unidad- con Dios.
Es por ello, que a partir de Pitágoras -o quien sabe desde mucho antes- se considera que cada número posee un valor cualitativo (además del cuantitativo) que le confiere un significado particular, tanto físico, como psíquico y espiritual.
Analicemos ahora el simbolismo de los números de 1 al 10, de acuerdo con las enseñanzas pitagóricas:
UNO: Es el símbolo de la unidad indivisible, de la continuidad y la estabilidad; el centro cósmico e inmaterial, impar, creador, iniciador y pionero. De aquí que se asocie al macho como poder generador activo e indique creación, impulso y actividad.
DOS: No engendra ninguna forma y de hecho tampoco es un número, sino el principio de la paridad, el símbolo de la oposición, conflicto, y reflexión. Es la dualidad como contraposición a la unidad, la pasividad como opuesta a la actividad; es el primer número par y como tal, femenino y complemento del principio generador impar y masculino, posibilitando así la continuidad y la multiplicidad. Es el punto que se desplaza dando origen a la línea, marcando su comienzo y su fin; en el tiempo y en el espacio indica el inicio de la realización, lo que en la vida indica dirección y destino y en los objetos determina la simetría, reflejo de trabajo y belleza.
El reino de la dualidad es universal y hace que todo sea ambivalente, que en todo exista polaridad, que al bien se oponga el mal, a la luz la oscuridad, ala energía la materia, y sea la limitación de lo ilimitado. Pero al significar el primero de los núcleos materiales, la naturaleza como opuesta al creador, también implica la imperfección ante la perfección, y por ello, en el fondo, la insatisfacción que impulsa seguir adelante.
TRES: Es el ternario en el que la tensión de los opuestos, entre par e impar, se resuelve dando origen a un nuevo impar; es el símbolo de la generación a partir de la unión entre dos complementarios, del macho y la hembra para dar origen al hijo; la espiritualidad como complemento de cuerpo y alma; es la línea que se desplaza sobre su punto de origen para dar nacimiento a l más simple de todas las figuras: el triángulo, y con él todas las figuras planas. Por ello es apto para reproducir eternamente las mismas estructuras. El tres cierra un ciclo, una primera totalidad que no es más que otro uno, otro impar en el que se iniciará el próximo ciclo; como dice Platón en el Timeo: “Es imposible combinar bien el conjunto de dos cosas sin una tercera, se necesita un lazo que las una”.
CUATRO: Es a la vez el segundo número par y el regreso a la unidad fundamental en un nivel superior, como lo evidencia su reducción mística en la que
1 + 2 + 3 + 4 = 10 = 1 + 0 = 1
Simboliza la potencia pro excelencia, pues en él, la unidad completa al ternario al unirse al mismo dando origen a la cruz y al cuadrado y, lo que es más importante, a las cuatro dimensiones del espacio, es decir, la determinación material y corpórea. Son los cuatro principios elementales, Fuego, Tierra, Aire y Agua, que conforman el Universo; los cuatro puntos cardinales, los cuatro pilares del Universo, las cuatro fases de la Luna y toda la infinidad de cuaternarios que sirven para definir una unidad superior.
Platón decía que el ternario es el número de la idea y el cuaternario es la realización de la idea. Por esta causa, en la séptuple organización de las direcciones del espacio, el ternario se halla situado en la vertical (tres mundos o tres niveles) mientras que el cuaternario se halla dispuesto en la horizontal, en el mundo de lo manifestado.
CINCO: Con el cinco hace aparición una nueva dimensión: el tiempo, lo que también equivale a la animación de la materia mediante la vida al concederle continuidad y sucesión. Los griegos le llamaban el número nupcial por su posición intermedia entre los cuatro primeros y los cuatro últimos números de la década. Simboliza al hombre como entidad completa e intermediaria entre el mundo inferior y el mundo divino. Es el hombre encerrado en el pentagrama revelador de la divina proporción, con sus cuatro miembros regidos por la cabeza, y los cuatro dedos regidos por el pulgar. Pero además, por su carácter de intermediario, puede ser un número destructor de lo temporal, mutable y perecedero.
Es el primer número que manifiesta todas las posibilidades del Universo, y por ello, los pitagóricos tenían como signo para reconocerse la estrella de cinco puntas. Por último, cuando se le representa mediante un cuadrado con un punto en su centro, representa la totalidad material (el cuaternario) y su esencia.
SEIS: Representado por la estrella de seis puntas, muestra el equilibrio entre dos triángulos enlazados y opuestos (Fuego y Agua); es por ello que se descompone como 3 + 3, como conjunción del tres consigo mismo. Es la oposición entre el Creador y su creación en un equilibrio indefinido, oposición que no implica necesariamente contradicción, pero que es fuente de todas las ambivalencias. Para los pitagóricos es el número perfecto, dado que el producto de los números que lo componen es igual a su suma:
1 + 2 + 3 = 6; y 1 x 2 x 3 = 6
SIETE: Ya vimos al estudiar el cuatro que su vuelta a la unidad significaba la realización de la unidad del mundo. Ahora al llegar al siete, lo que se realiza es la unidad universal. Este parentesco con el cuatro, símbolo de la Tierra, hace que se le atribuyan los siete astros errantes o planetas. Cuando procede del 6 + 1 se representa por una estrella de seis puntas con un punto en su centro, es el equilibrio tendiendo a la interioridad, revelando el misterio de la circulación de las fuerzas de la naturaleza.
OCHO: Es el primer número cúbico (aparte del 1), y en él se manifiesta el volumen. Simboliza la regeneración espiritual y la mediación entre el orden natural y el divino, por sé intermediario entre el círculo (símbolo de eternidad) y el cuadrado (símbolo de materialidad), ala vez que la estabilización en uno o en otro estado.
Refleja una armonía, pero también un cambio de nivel, pues siendo un número par y pasivo, puede dividirse y subdividirse siempre en números iguales:
8 = 4 + 4 = 2 + 2 + 2 + 2 + 2 = 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + 1
De aquí que otro de sus significados sea el equilibrio cósmico, de la equidad y la justicia.
NUEVE: En la creación, los mundos son tres: cielo, tierra e infierno, y cada mundo es simbolizado por una tríada; por ello el nueve es el número que cierra el tercer ciclo a partir de la unidad, y con ello, la creación.
Perménides dice que el nueve es el número de las cosas absolutas, y en esta misma línea, debemos hacer constar que las nueve musas representaban a la totalidad de los conocimientos humanos. Además es también el número de la perfección, pues el feto humano nace al mes noveno, ya totalmente perfecto.
Porfirio, en sus Eneadas (conjunto de nueve) formas por 54 tratados, dice: “he tenido la alegría de hallar el producto del número perfecto, por el nueve”. Y en esta estructura numerológica, intenta simbolizar su visión total, cósmica, humana y teológica. Después de la emanación del Uno, con el retorno al Uno se completa el ciclo del Universo.
DIEZ: Tiene el sentido de la totalidad, de final, de retorno a la unidad finalizando el ciclo de los nueve primeros números. Para los pitagóricos es la santa tetraktys, el más sagrado de todos los números por simbolizar a la creación universal, fuente y raíz de la eterna naturaleza; y si todo deriva de ella, todo vuelve a ella. Es pues una imagen de la totalidad en movimiento.
La tetraktys forma un triángulo de 10 puntos colocados en cuatro líneas, de la forma siguiente:
La Santa Tetraktys pitagórica
La Unidad. Lo Divino, origen de todas las cosas. El ser inmanifestado
La Díada: Desdoblamiento del punto, Origen de la pareja maculino-femenino. Dualismo interno de todos los seres.
La Tríada: Los tres niveles del mundo: celeste, terrestre, infernal, y todas las trinidades
El Cuaternario: los cuatro elementos, tierra, aire, fuero y agua, y con ellos la multiplicidad del universo material.
El conjunto constituye la década, la totalidad de Universo: 4: 1 + 2 + 3 + 4 = 10 = 1 + 0 = 1
NUMERACIÓN ARABIGA
Referente a este tema diremos que la invención de las cifras arábigas es de origen hindú y fueron introducidas en España durante la ocupación árabe (de aquí su nombre), desde donde se expandieron a todo el mundo cristiano a partir del año 965 gracias a la autoridad del papa Silvestre II.
5
4
= 1
= 3
= 6
= 10 = 1
O
O O
O O O
O O O O

miércoles, 15 de enero de 2014

Grafología en las empresas: dime cómo escribes y te diré si te contrato

Cada perfil laboral requiere un trazo, velocidad, separación y presión de escritura distinta.

Foto: www.eleconomista.esMuy bien y ahora escriba a mano qué aspiraciones tiene para este puesto y después, más abajo, firme. Seguramente ya ha pasado todas las fases de selección de personal y ahora está a punto de enfrentarse a la prueba caligráfica. Un método cada vez más utilizado en las empresas españolas para quedarse con uno u otro candidato aunque los currículums lleguen por vías cada vez más tecnológicas.
"Antes se hacía de forma tácita pero cada vez es más común decirlo, explicar que estás haciendo una prueba caligráfica, normalmente nadie se niega", explica Francesc Viñals, presidente de la Asociación de Grafoanalistas Consultivos de España.
Una técnica complementariaEn comparación con el resto de Europa, España todavía cuenta con pocos grafoanalistas para selección de personal: unos 700 en activo. En Francia, donde nació este método, el 52 por ciento de las empresas y un 85 por ciento de las consultoras lo utilizan.
A pesar de las ampollas que levanta entre algunos de sectores, sobre todo en el de los candidatos, los grafoanalistas consultados por elEconomista coinciden en que "se trata de una técnica complementaria. Se suele usar al final, cuando se quedan con dudas entre tres o cuatro candidatos. Normalmente se hace primero la entrevista y los test de todo tipo", explica Mauricio Xandró, presidente de la Asociación Española de Grafología .
¿Quién lo usa?
Según la Asociación de Grafoanalistas Consultivos, entre las empresas que utilizan este sistema en España para seleccionar a sus candidatos figuran compañías de la talla de Laboratorios Boehringer, Renfe, Cruz Verde, Titanlux, La Caixa, Logista, Aguas de Barcelona, Gallina Blanca o también Henkel Ibérica.
A pesar de la diversidad de sectores en los que se utiliza, la grafología funciona según los puestos a cubrir. Por ejemplo, el aspirante a comercial de una compañía debe mantener en su escritura unos rasgos concretos adecuados a la personalidad que la empresa que le contrata cree necesarios para ese puesto.
Y lo mismo sucede para un director general, jefe de ventas, un administrativo... "Hay una ficha para cada perfil profesional con las características que tiene que tener la letra. Es cierto que puede haber excepciones y que alguien cuya letra no se ajuste del todo al perfil puede ser bueno en el puesto, pero si la persona que escoges escribe como debe para ese puesto, entonces no te equivocas", asegura Xandró.
El grafoanalista José Javier Simón, autor de varios libros sobre grafología y selección de personal, asegura que las empresas lo hacen con alto cargos, "gente que quieren que dure en la empresa y que tienen valía". Insiste en que, aunque cada vez se usa más, el ir y venir del mercado laboral descarta su uso para algunos candidatos. "La gente joven y barata entra y sale de los sitios en poco tiempo, para este tipo de empleo no es necesario una prueba grafológica. Pero si buscas un alto directivo, también tienes que tener en cuenta que estas personas no están para estar pasando tests toda la tarde", comenta.
Los mismos grafoanalistas explican que la probabilidad de acertar al elegir el candidato idóneo es de un 85 por ciento frente a un margen de error del 15 por ciento.
¿En qué se fijan?"La letra permite saber cómo eres pero más importante que eso para una empresa es saber cómo te vas a relacionar con tu entorno, eso es lo que importa a las compañías", explica Simón.
Entre las cosas que miran las empresas están la situación del texto y de la firma en la página - se debe escribir en un folio no pautado y nunca sobre un cristal-, los márgenes que deja el candidato, la separación entre letras, palabras y frases, el tamaño de la letra, la forma de la misma y la velocidad y presión del trazo, entre otros, además de comas, punto y coma y puntos sobre las íes.
Simón explica que la velocidad de escritura es sinónimo del ritmo vital de la persona y la presión del trazo equivale al grado de energía de cada uno. Por ejemplo, las personas que escriben con el trazo inclinado hacia la derecha buscan aceptación y cercanía en su ambiente laboral, las que lo hacen hacia la izquierda prefieren que se acerquen los demás y los que la inclinan indistintamente o tienen un trazo recto acostumbran a ser personas que cambian de opinión constantemente.
La dirección de cada línea de escritura revela las expectativas de la persona en su futuro puesto de trabajo y las personas que unen las letras en cada palabra suelen ser más consecuentes y capaces de hilvanar mejor las acciones. "Un comercial, por ejemplo, debe tener una letra movida, con una velocidad rápida de trazo más que una letra perfecta y redonda", aclara Viñals. "Un administrativo puede escribir más lento pero debe hacerlo más limpio, como con letras más bien hechas porque se le exige ser ordenado mientras que a un comercial se le exige dinamismo y rapidez".
¿Para qué?Pero, ¿qué buscan? Las compañías quieren ver en cada letra algún indicio que les revele las capacidades del candidato en cuanto al rendimiento, orden, honestidad, fiabilidad, extroversión, constancia y posibles complicaciones personales, entre otros, como traumas infantiles o problemas psicológicos.
Las compañías pagan por informes grafológicos puntuales y muy pocas cuentan con un grafólogo en su plantilla, al contrario que las consultores de headhaunters o cazatalentos que acostumbran a tener uno fijo. El coste de cada informe grafológico (que incluye el análisis de una sola persona) varía entre los 150 y 300 euros. Sin embargo cuando se trata de hacer un descarte inicial, el precio suele ser mucho menor al hacer un precio de grupo. "Los más costosos y completos son los que se hacen para decidirse por un aspirante u otro a un puesto intermedio o superior", reconoce Viñals.
Aunque más del 70 por ciento de los informes sirven para seleccionar candidatos a puestos superiores, también hay compañías que lo hacen como descarte. "Por ejemplo, cada vez más anuncios laborales de los diarios piden que junto al currículum se envíe una carta manuscrita. ¿Para qué te crees que es?", reflexiona Simón.
Y como en el resto de fases de la selección de personal, también en la grafología hay picaresca. No será usted el primero que intente engañar a un grafólogo haciendo que un pariente o amigo le escriba la carta. "Es habitual, gente que cree que su caligrafía no es buena y optan porque alguien les escriba algo en un papel. Pero casi nunca sirve, cuando llegas a la entrevista te hacen escribir allí mismo", explica Xandró. Viñals añade que "no sirve de nada, aunque pases la prueba al final te acaban pillando por otro lado".
http://www.belt.es/noticiasmdb/home2_noticias.asp?id=5938

Fuente: www.eleconomista.es
08.07.08

viernes, 10 de enero de 2014

Dime qué letra tienes y te diré quién eres

Es de gran ayuda para médicos y psicólogos. En lo criminal, está en auge por los éxitos que está consiguiendo.

La grafología es cada vez más una herramienta alternativa y complementaria para los estudios de docentes, médicos, juristas, policías y otros segmentos relacionados con el conocimiento humano. La letra habla más allá de las palabras, descubre lo no develado. Saca a la luz características individuales específicas, a veces no tan notables pero que subyacen en el ser.
El estudio de los rasgos de la letra aporta conocimientos profundos de las personalidades, capacidades desconocidas, enfermedades, conductas y hasta se utiliza para sanar y modificar trastornos en la personalidad.
Aunque se emplea desde hace años como complemento terapéutico y en investigaciones, es reconocido su valor en las diversas disciplinas, estudiándose en entidades específicas de todo el mundo.
 “La grafología es un tratado sobre la escritura. No tiene nada que ver con la adivinación u otras metodologías. Comienza a ser considerada ciencia allá por el 1600. Está comprobada científicamente y tiene un importante marco teórico. La escritura revela nuestra personalidad, por ello su análisis es de gran interés para seleccionar personal, para conocer a una persona, para saber qué está sucediendo en un momento de su vida, para determinar si cartas anónimas fueron escritas por la misma persona, si una persona tiene gestos de avaricia, egoísmo y falsedad, entre tantas otra comprobaciones”, explica Hebe Lidia Iglesias, grafoanalista científica que, entre tantos otros estudios, cursó su carrera de grafología en ICEA, es psicóloga social y directora de nivel primario del Highest College.

Aclara que aunque alguien estudie caligrafía, es posible conocer datos de las personalidad de un individuo. “Hay un punto en la escritura espontánea en el que aparecen los rasgos –aclara-, la letra es el reflejo del alma. Escribir es yo ante los otros. A pesar del uso de la computadora, y de la costumbre que se está dando de escribir con mayúscula, es factible analizar la letra escrita."
"Los estudios se realizan en adultos -explica-. Los niños escriben en forma estereotipada, la letra es la que se enseña en las escuelas, a pesar de ello, cada uno tiene su propio vuelo e identidad y al igual que los mayores la escritura habla acerca de ellos."
Algunos ejemplos
"En cuanto a las firmas, cada una tiene una explicación, de acuerdo a cómo se realiza y al lugar en el que se ubica, si estás cerca o lejos de la gente. Cuando cambia, indica una cuestión no resuelta. Los grandes pensadores ponen sólo el apellido. A los genios se los entiende cuando escriben”, añade Iglesias.
A modo de ejemplo, acota que todos los rasgos que van hacia arriba se relacionan con proyectos y con la espiritualidad; los que se dirigen hacia la derecha con lo social y con la capacidad para ver al otro; aquellos que se observan hacia atrás, con la regresión, con el útero, con la melancolía. La barra de la t, por mencionar una letra, indica la voluntad que tiene una persona para encarar cosas, la manera de hacer la m muestra la importancia que cada uno siente por sí mismo.
“El grafólogo –dice- analiza los rasgos de las letras, la presión que se ejerce al escribir, la velocidad, la distancia entre letras, el tamaño de las mismas, la inclinación, la distribución del escrito en una hoja, el tipo de escritura -si es cerrada, armoniosa-. Es posible enseñar a modificar la letra y a resolver problemas individuales a través de trabajos que se realizan con la escritura”.
Diagnósticos 
“Observando con atención la escritura se detectan incluso enfermedades, de ahí que los médicos a veces trabajan también con grafólogos ya que aportamos datos para los diagnósticos", comenta Isabel Góngora, profesora de lenguas y literatura, grafóloga que estudió con Luis Roger Castillo, experto grafólogo, y con Beatriz Villamarín, directora de Max Pulver, Escuela integral de grafología.
"Brindamos, además, detalles psicoanalíticos no resueltos (cuando los pacientes hacen silencios en los relatos, no dicen, la escritura puede dar información) por eso es complementaria en la medicina de la salud orgánica y psíquica. Suele usarse terapéuticamente en individuos que experimentan situaciones desoladas, trabajándose con dactilografía para descargar angustias”, agrega.
Góngora agrega que el grafoanálisis, en coincidencia con Iglesias, es de gran utilidad en la búsqueda de personal (por eso piden cartas escritas a mano); en el reconocimiento de la compatibilidad con otras personas; a la hora de efectuar estudios vocacionales;  de reconocer las inteligencias múltiples y los temperamentos; los mecanismos individuales de defensa (aporta datos psicosomáticos y características individuales, valores) y en el ámbito judicial. 
La grafología criminal está en auge por los éxitos que está consiguiendo. “Las unidades policiales y divisiones de policía científica se sirven de esta metodología para resolver las investigaciones y obtener los rasgos identificativos de la personalidad del autor de un crimen por mediación del estudio científico de su grafismo”, sostiene el español Francisco Viñals, director del Instituto de ciencias del grafismo, jurista y criminalista, autor de varios libros de consulta.

“En Inglaterra –de acuerdo a Góngora- donde también hay mucha violencia, las escuelas que tiene problemas llamaron a grafólogos y comenzaron a pedir que los alumnos muevan las manos, escriban, hagan círculos, ondas, escriban con letra cursiva. Los chicos están muy aislados, centrados en sí mismo con dificultades para comunicarse. La grafología no es predictiva. Es un auxiliar en los diagnósticos”.

Iglesias explica que para realizar un análisis es fundamental conversar con la persona, conocer sus gestos, sus inflexiones de voz y hacer que escriba como mínimo diez líneas sobre un tema determinado sobre papel blanco –cuando se toman apuntes se escribe de una manera, si la escritura está concentrada cambian los rasgos- y en lo posible con lápiz porque la lapicera condiciona de otra manera la forma de escribir. “Para hacer un análisis –acota- hay que contar con una serie de elementos como regla, lupa y transportadores”.

La profesora María del Carmen Doyharzábal, grafólogo público, especializada en grafopatología, Presidente de la Asociación de Grafólogos Públicos de la ciudad de Buenos Aires, informa que en la  Argentina, desde el año 1996, la carrera Oficial de Grafología ha sido incorporada al sistema educativo formal  por la Secretaria de Educación del Gobierno de Buenos Aires, existiendo en la actualidad grafólogos ejerciendo con título oficial. Para la especialista, el  ejercicio de la grafología se encuentra en estos momentos en una etapa de gran crecimiento.

Más información
Colegio de graduados en grafología de la Argentina
www.colegrafologia.org.ar
Escuela argentina de grafología
www.escueladegrafologia.com.ar

Grafología en la empresa: fe ciega o reticencia absoluta



No podemos hablar de Grafología sin calificarla como una ciencia controvertida,
eso sí, sin dejar de ser ciencia. Así se consideró allá por el siglo XIX, cuando el
abate Michon fundó sus bases científicas poniendo una primera piedra con la
creación de la Sociedad Francesa de Grafología. La evolución de los estudios
grafológicos hasta ese momento habían formado parte del oscurantismo pero,
desde entonces hasta hoy, las investigaciones y progresos en este campo han
ido abriendo puertas y dando luz a la credibilidad y a la prestancia empírica
del signo gráfico, como signo auténtico e irrepetible, señal de
identidad, sello distintivo único de la personalidad, tal y como puede
serlo una huella dactilar.

Pese a muchos críticos, que lo son básicamente por desconocimiento, la
Grafología ha dejado de ser una pseudociencia para no sólo calificarse sino
también aplicarse de forma efectiva como una ciencia razonada, palpable y
comprobable, con resultados objetivos y constatables.

Prueba de lo anterior es el hecho de que muchas asociaciones profesionales de
grafólogos hayan adoptado, en sus códigos deontológicos, reglas de exclusión
de toda práctica relacionada con las ciencias adivinatorias y el ocultismo, que
puedan resultar perjudiciales para el prestigio científico de la Grafología. La
salvaguarda de la profesión de grafólogo como científico es absoluta, y
el grafólogo mismo debe ser consciente de ello.

Otra prueba de esta realidad científica es el hecho de que las multinacionales
más importantes del planeta estén incorporando a sus procesos de selección,
este tipo de test proyectivo grafológico. Ejemplos tales como Coca-Cola,
Kodak, Gas Natural o Burger King avalan con garantías los resultados
psicológicos que arroja el análisis de la escrituraSin duda, es infalible como filtro inicial, ante una avalancha numerosa de
solicitudes en forma de cartas de presentación. El grafólogo es capaz de
clasificar con agilidad las cartas en tres grupos: A, B, y C. En el grupo A,
agrupará las escrituras armónicas significativas de estabilidad emocional,
propias de personas normales y no conflictivas, que además cumplan los
requisitos del perfil profesional solicitado. En el grupo B, seleccionará aquellas
que, aún sin cumplir los requisitos del perfil que se busca, no son descartables
por su personalidad equilibrada y honestidad en general. Y en el grupo B, se
incluirán los perfiles con posibles patologías, alteraciones emocionales o
dificultades serias de adaptación.

La característica principal es la agilidad para resolver, con apenas un
simple vistazo infalible, lo que sólo se conseguiría con una amplia y
costosa batería de tests. Aún así, muchas empresas son reticentes a utilizar
esta técnica proyectiva, basándose y anclándose en las antiguas creencias ya
mencionadas, quedándose con el prejuicio, sin ni siquiera intentar conocer para
formar un juicio propio. Afortunadamente, este anclaje en el conservadurismo,
esta incapacidad para avanzar y madurar, es ya propia de pocas empresas y,
cada vez más, la ciencia grafológica se ve avalada, como prueba factible, por el
éxito profesional de las grandes.


martes, 7 de enero de 2014

Gestión del talento y grafología de empresa

Parece que debería caerse de pura lógica que las empresas, si les interesa -¡¡y
claro que les interesa!!- funcionar, y además funcionar bien, deberían tratar a
los empleados como auténticos recursos, como capital humano, como un valor
y pilar fundamental para el mantenimiento de la organización.
Lamentablemente, esto no siempre es así, y muchas empresas siguen
alimentando su estructura a través de puestos ocupados por “amiguismo”,
intereses jerarquizados, desconfianza hacia el empleado, fomentando la
represión, el miedo y la amenaza en el personal subordinado, ejerciendo el
control absoluto desde la Dirección, y prestando más atención, en definitiva, al
capital económico y al incentivo profesional de las cúpulas que a la columnas
que las sustentan: los talentos humanos.
“La única forma de tener un trabajo genial
es poniendo el corazón en lo que se hace”
(Steve Jobs)
Esto que decimos que debería caerse de pura lógica se llama “gestión del
talento”, y consiste en algo tan sencillamente comprensible como atraer y tratar
de retener a los empleados con mayor potencial para la empresa, y cuyas
cualidades y competencias se adapten más al diseño de cada puesto,
proporcionando así a la empresa un valor añadido, competitivo y sin igual. Y no
se trata tan sólo de seleccionar aptitudes y potenciales, sino también buenas
dosis de actitud y motivación. La aptitud puede atraerse, pero actitud y
motivación, además de atraerse y retenerse en la empresa, tienen que
incentivarse para que no se produzca la “fuga de cerebros”. Para ello, no sólo
es necesario reclutar candidatos más cualificados para cada puesto, sino
también generar programas de incentivo, motivación, desarrollo personal y
profesional a través de oportunidades de formación, crecimiento y ascenso en
la empresa, así procesos de mejora del desempeño.


jueves, 2 de enero de 2014

Saber grafología: un conocimiento profundo y exhaustivo, no mera adivinación

Me he animado a escribir esta nota pensando en todos aquellos que quieren aprender grafología y que, generalmente, desconocen de qué trata en realidad esta ciencia, y cuál es el nivel de profundidad en el estudio de la misma. A menudo me solicitan cursos intensivos de grafología, bien por motivos de falta de tiempo o de falta de dinero por parte del alumno, pero la formación intensiva en esta materia es poco menos que imposible.
La grafología es una ciencia compleja y profunda. La mayoría de las escuelas invierten una media de dos años académicos para poder formar a profesionales grafólogos, pero esto no quita para que después haya que continuar la formación, a base de perfeccionamiento, prácticas con escrituras, o realizando alguna de las múltiples especialidades que ofrece esta disciplina (recursos humanos, pedagogía, escritura y dibujo infantil, tests proyectivos, pericia caligráfica, etc).
Además, la escritura manuscrita es un hecho dinámico, que está siempre en perpetuo cambio. Los modelos caligráficos cambian por generaciones, con la sociedad y con los tiempos, y hay que estar al tanto de las características gráficas de los mismos. También (por supuesto!!) cambia la escritura de toda persona, a medida que ésta va creciendo, madurando, y experimentando avatares vitales que dominan su temperamento, su voluntad, su inteligencia y su conducta, que dan giro a sus motivaciones en la vida, y que condicionan su estado de ánimo. Es por todo esto que la grafología requiere un estudio y una dedicación constantes, así como una incesante labor de investigación.
Muchas veces los grafólogos nos dedicamos a impartir talleres cortos, conferencias, charlas o entrevistas en televisión, que tan sólo nos permiten dar unas leves pinceladas para poder acercar al gran público nuestra ciencia. Pero es un error hacer creer a ese público que el conocimiento de la grafología se puede quedar ahí, y que con saber el significado de cuatro parámetros gráficos o letras sueltas, ya podemos realizar un estudio grafológico. También, muchas veces, los grafólogos tenemos que luchar contra el desconocimiento y la incredulidad que casi siempre despierta la materia a la que con pasión nos dedicamos, y enfrentarnos a los que la desprecian afirmándola como pseudociencia, y a aquellos otros que creen que podemos “adivinar” el carácter con sólo echar un vistazo al manuscrito. No se trata de quiromancia, ni tampoco de adivinación, sino una ciencia de observación, análisis y estudio profundo y pormenorizado del manuscrito, que requiere concentración, tiempo, dedicación y, sobre todo, profesionalidad. Podríamos comparar esta técnica con una auténtica labor detectivesca, en la que el grafólogo realiza una inmersión de conocimiento, de observación minuciosa, análisis y medición de numerosos parámetros en el manuscrito, con el fin de desentrañar su contenido psicológico. Se trata de un trabajo concienzudo y serio, que no se puede tomar ni valorar a la ligera.
El profesional grafólogo precisa, por tanto, de la formación adecuada y de la práctica necesaria para poder entrar en ejercicio. Quien hace un taller intensivo puede conocer la grafología, pero no sabe grafología. Quien realiza un informe grafológico a simple vista, sin dedicarle tiempo ni trabajo, está meramente especulando y proporcionando una información en exceso sesgada, con la falta de profesionalidad y de respeto para el cliente que esto conlleva. Pensemos cuán compleja es la personalidad de todo ser humano; pues así, tal cual, tan compleja es la grafología que la estudia. Rebajar su conocimiento y comprensión, sería como juzgar a una persona tan sólo describienro el color de sus ojos.
Sandra Mª Cerro – Grafóloga y perito calígrafo