En general, y puesto que
representan el más claro sello de la personalidad del autor de un escrito,
según los textos clásicos, la interpretación grafológica de un documento nunca debiera hacerse sin ir el
mismo firmado por el autor.
Esto es cierto; lo
contrario falso: es un error intentar interpretar la totalidad del autor
con la firma solamente
El pasado día 6 de mayo
comentaba una oyente en Onda Madrid cómo ella podía falsificar la firma de su
padre en las notas. Preguntado yo a continuación sobre la importancia de la
firma, aclaré: sería imposible que esa persona LOGRARA FALSIFICAR TODO EL TEXTO
La firma es algo que
plasmamos en un momento biográfico concreto, y luego modificamos más o menos,
pero siempre seguimos arrastrando de atrás
El texto es lo que hacemos
en el momento presente en nuestra vida y CÓMO LO HACEMOS
Si he de interpretar
un escrito lo ideal es con la firma y el texto, Pero si he de elegir me quedo
con el texto. Hablar de un sujeto con solo la firma es una broma
Pero procedamos por
partes.-
1º La firma
Esta corroboración personal
del documento realizado se compone de dos partes:
◦ La firma en sí misma.
◦ La rubrica
La firma debe estudiarse
conjuntamente con el texto, pues es de la comparación de ambos de donde se
derivan importantes consecuencias.
En el texto la persona está
actuando, desenvolviéndose en el mundo: el texto es aquello que el escritor
hace y cómo lo hace (actuando entre los otros).
La firma es de alguna
manera su “responsabilizarse de lo que hace”
En contra de muchos
autores, afirmamos que la Firma no es el Yo. El Yo es todo: Texto + Firma.
Así mismo, cuando
escribimos, nos estamos manifestando en el mundo de otros y muestra, por tanto,
al Yo en acción en un medio que es común.
La Firma acaece cuando el
texto (lo que se hace) ya está terminado y manifiesta, por tanto, al autor una
vez terminada la tarea, en su acto de repliegue y descanso con el que
finaliza lo hecho: El yo ante sí mismo.
SINTESIS:
Texto: Yo Hago.
Firma: Yo me veo.
La rúbrica
Representa el marco en que
se coloca el Yo, el embalaje, el escaparate, etc.
Se originó en la Edad
Media. Para acreditar los documentos su autor añadía al final: Firmo et Roboro
(roborare: ratificar). Esa palabra fue con el tiempo volviéndose innecesaria
quedando reducida al garabato, casi sobrante, que hoy es.
Según algunos autores el
vocablo Rubrica no deriva de roborare (corroborar) sino de que aquellas
palabras se escribían con tinta roja (rojo: rubrum).
En cualquier caso este
adminículo, la rúbrica, no existe más que en algunas culturas nacionales. Así
los países anglosajones y los italianos no suelen rubricar, teniendo la
ausencia de rúbrica nula interpretación en ellos.
Con la rúbrica se inventó
en tiempos un jueguecito: las llamadas rúbricas simbólicas. Ignorantes por
completo del sentido profundo del término Símbolo…lo aplicaban a las rúbricas
Emblemáticas. Es evidente que si alguien hace una rúbrica con el escudo del
Real Madrid…eso no es un símbolo del inconsciente, sino un emblema que se ha
querido plasmar intencionadamente
M.R. Panadés mostró (
Boligrafos y bisturíes ) un magnífico ejemplo de firma de un cardiólogo que
tenía exactamente el aspecto de un electro cardiograma, pero se abstuvo
de utilizar el término Símbolo
Además este tema no
sirve de mucho: una rúbrica que tiene forma de pez, puede indicarnos…que le
gusta la pesca….que es la esposa de un pescador….que tiene una pescaderia…que
es ictióloga….que pertenece al signo de Piscis….que vive en un puerto de
mar….que le gusta comer pescado…o que es un esquizofrénico y se cree un pez
Esto es….la grafología como
charla de café
Qué se interpreta
La Firma, al manifestar al
yo en su colocarse en el escenario de lo que ha hecho (el texto) debe
interpretarse:
1º.- En sí
misma.
2º.- En
comparación con el escrito.
En sí misma:
Sigue las misma reglas
grafológicas del resto de lo escrito
En comparación: ¿Dónde?
A la derecha del texto:
Cuanto más cercana al borde
derecho del papel se halle colocada más atrevimiento, osadía juvenil, espíritu
de empresa y visión dirigida hacia el futuro demuestra la persona.
Y he aquí la 1ª mentira: el
texto puede estar inhibido, planteado a la izquierda…y la firma ser una manifestación
casi jocosa de aquello que el sujeto desea aparentar
PERO NO ES
A la izquierda del
documento:
Más a la defensiva se
coloca su autor respecto del futuro (en el papel escrito el futuro se ve
reflejado en la parte derecha del papel pues de hecho al escribir la mano
avanza hacia allí). Mayor cautela, parsimonia emprendedora, retirada ante la
vida muestra su autor.
Pero ocurre que en muchas
firmas de empresas anglosajonas, ya aparecen ubicadas sistemáticamente a la
izquierda. Y que eso además es una práctica que en empresas europeas se copia
hoy día
Cerca del texto
Cuanto más se aproxima la
firma a las palabras de la última línea escrita más se acerca su autor a las
corrientes de la vida colectiva (a los otros, a la sociedad en general).
- Recordemos que en el
texto se ve al escritor desenvolviéndose con los otros, en la
colectividad. En última instancia una firma muy cercana al
escrito manifiesta a una persona que no puede desvincularse de las
persona próximas y que por tanto se ve más afectada por sus ideas y
criterios.
- Y volvemos a lo mismo
: no es inhabitual en trabajos que pretenden ser grafológicos hallar esta
interpretación en documentos en que el autor llega hasta el borde inferior
del papel : con lo que la firma necesariamente ha de estar cercana,
porque, si no, no le cabe
Lejos del texto.
El autor se aleja, se
desvincula:
- de los demás (entre
los que actuaba en el texto) manifestando su criterio independiente, sus
formas no siempre habituales de comportarse respecto a los otros.
- de lo que acaba de
realizar, sus obras y actos que el texto plasma: El autor no se cree
demasiado concernido por sus acciones ante los demás; lo que hace es
una cosa, él mismo otra totalmente distanciada. No es un poner las manos
detrás. como si él no hubiera sido, sino una toma de perspectiva a
distancia ante lo que acaba de realizar.
Una alumna enterada del
sentido de rúbrica envolvente…la abandona
Éxito ¡!! Dirían los lectores
de firmas
Je,je NO ¡!!! Desde
ese momento la firma….se puso a gran distancia del texto
Pero volvamos a las
consignas clásicas…
Se dice:
- El texto es lo que
hacemos.
La firma nuestro responsabilizarnos de lo que hacemos.
- El texto son “los
otros.”
La firma es el Yo.
- El texto el yo
manifestado
La firma
el yo íntimo
- El texto es el
diagnóstico.
La firma es el pronóstico.
Veamos:
Cuando se escribe, lo
hace el Yo. El Yo por tanto lo es todo aquí. Los otros no escriben por mi mano.
El texto es: El Yo actuando entre, y con, los otros.
La firma es: El Yo cuando ya ha terminado su acción y se
encuentra consigo mismo.
Por tanto:
Texto: El Yo en acción.
Firma: El Autoconcepto.
Pero somos lo que hacemos:
Muchas veces el Texto
(lo que hago) le lanza un enorme mentís a la Firma (lo que pienso
de mí) Por ejemplo: Firma bastante mayor que Texto:
- No me extraña que haya
quien entre analizar Texto y Firma, obligado a escoger, se quede con la
firma.
La firma también es Mi
Proyecto de acción en el mundo.
El texto lo que
realmente hago y cómo.
Muchos si tuviesen que
escribir todo un texto en identidad a lo que estampan en su firma…no podrían
aguantar el peso de hacerlo.
Pero si olvidamos el Texto
abandonamos casi por completo los parámetros de Espacio y de Tiempo. La firma
en cuanto proyecto de acción en el mundo queda aislada a sí misma, un tanto
petrificada, sin sentido. Lo mismo puede ser un proyecto real que un devaneo,
un divertimento
A menudo, cuando hay
discordancia Firma – Texto (Firma mucho mayor, por ejemplo) - cabe que la
persona sea aún muy joven. Pero si ya no lo es, la Firma mucho mayor es tan
solo el deseo y la necesidad de seguir aguantando el tipo.
Así también, de manera
quizá más solapada, somos conscientes de que la Firma nos sigue representando
como lo que los demás van a ver de mi, aquello por lo que se nos va a
identificar. Por ello la firma es a la vez el Autoconcepto TAL Y COMO LO
MUESTRO. Y manifiesta, asimismo, el deseo y preocupación de mostrarlo. (“Las
firmas tienen una gran dosis de protagonismo “.- M.R. Panadés )
Muchas personas cuando
empiezan a aprender Grafología cambian de inmediato su Rúbrica, o Rúbrica y
Firma. ¿Será que su autoconcepto ha cambiado en un minuto? No ¡obviamente solo
han aprendido lo que hay que camuflar: no somos como firmamos ¡!!
Por último, leo: Cuanto más
contento estás de tu nombre más te esmeras en que al firmar se entienda por
completo. Eso es otro error propio de personas una de cuyas máximas
aspiraciones sea la de estar contento con su nombre.
Un docente de mi
bachillerato, cada vez que podía, resaltaba de palabra su coherencia
consigo mismo. ¿Qué problemas de coherencia, curiosos al menos, tendrá
esta mente consigo misma? - me preguntaba yo.
Hay gente que se
despreocupa por completo por su firma, aun siendo grafólogo y sabiendo lo que
puede pensarse de él por ese hecho. Quizá sea que tiene otras cosas en que
pensar que le resulten más interesantes.
Respecto al binomio
Diagnóstico-Pronóstico, no siempre se sostiene lo que de eso se afirma. Cierto
que una persona con una depresión (texto que cae) lo es más si la firma también
cae. Cierto que a veces en la redacción de la carta de despedida de muchos
suicidas la firma se endereza hacia arriba cundo dan el todo por acabado
(sentimiento de liberación).
Pero una gran parte de
suicidas consumados han mantenido la firma Ascendente durante toda su vida
(Optimismo sobre el valor del Yo + Ambición). Y la siguen manteniendo en la
carta final. La Firma, en este caso, les da el valor, la energía acometedora
para acabar con su vida.
Y ¿qué ha ocurrido entonces
aquí?:
- Firma Ascendente:
Ambición (Quiero).
Texto: No puedo
Si en ese supuesto
analizamos solo la firma… si me obligan a elegir ¿elijo lo que pienso
de mí?
- Esa firma ascendente
en un suicida nos está diciendo : Me largo: “Soy demasiado bello para este
mundo”-
Y el mundo, el texto y lo que mostramos en él, nos
responde: esta fue tu última MENTIRA.
Sugiero se piense
detenidamente en el análisis realizado por P. Viñas sobre un dibujo en que se
plasma un auto a toda velocidad en diagonal ascendente hacia la derecha: da
lugar a jugosas reflexiones.
La firma como insinuación:
en cierta prueba pericial en que el autor negaba su firma estampada en los
documentos de denuncia por conducir en estado de embriaguez, observando que en
todas las muestras rozaba ligeramente la línea superior recomendé se le diese a
firmar un documento parcialmente ocupado por texto a máquina y ver si coincidía
en el aspecto invasivo
Jamás habría podido
imaginar que estamparía su firma dentro del texto, esto es, encima de lo
escrito a máquina
En Gramma nº 64 hablé
del que llamé Síndrome A. Lo traigo a colación de nuevo para resaltar su
importancia.
Cuando veo problemas en un
margen derecho lo primero que miro, de inmediato: la firma en relación al
texto. Nuestra firma tal y como sea hoy, nos viene desde atrás, a veces desde
un Muy Atrás personal. La disonancia Firma-Texto me suele ser muy
evidente en estos casos. Lo esperable por congruente seria, en este supuesto,
una firma más pequeña que el texto. Pero no una firma bastante desproporcionada
en su relación textual.
Cierto que, como escribió
F. Buzaud (boletín AGE diciembre 1988) en esos casos la firma Apoyada puede
indicar que el escritor va a tomar sus responsabilidades. No estoy tan seguro,
aunque obviamente lo contrario, esto es, que la firma fuese deficitaria también
sería peor
La firma se creó en lo que
es ya nuestro pasado personal. Y se hizo conforme al nivel de creencias y
aspiraciones del Yo respecto a si mismo en aquel momento. No afirmo que la
disparidad venga desde entonces; pero si, rotundamente, que hoy existe.
El texto, entendido como
contexto, no es sino la plasmación de nuestro contexto socio-psicológico
actual, trasladado al papel. En el texto no solo muestra el Yo su acción real
HOY, sino cómo vivencia HOY el medio en que esa acción se realiza.. Igual que
no podremos comprender a la persona descontextualizándola de su entorno
bio-psico-sociologico familiar y profesional no podemos pretender hablar de un
sujeto a través de solo su firma: vivimos en un medio, dentro de un entorno;
la diferencia Yo-Mundo es metafísica: el Yo solo es Yo-en el mundo
Sin entrar en que la firma
origine el miedo al futuro o los problemas predecibles en él porque te está
exigiendo demasiado…tampoco me olvido del valor compensatorio y de camuflaje
que esa Firma aporta.
Cuando algún grafólogo me
pregunta sobre el problema de un documento con ese síndrome, siempre le
digo: Aconséjale que baje un poco su nivel de aspiraciones- síndrome, esto es,
que reduzca algo el tamaño al firmar.
Hay que partir del realismo
si lo que se desea afrontar es la realidad; y aquí lo “irreal por
incongruente“ es esa Firma.
Nuestro Hoy nos exige, o al
menos aconseja, cortar los cordones umbilicales asfixiantes.
Y si bien el nivel de
aspiraciones se suele cifrar en el ascenso de la Firma, la Firma mucho
mayor que el texto nos indica otro, en este caso desnivel: el que existe entre
lo que se hace y lo que se quiere mantener que se es.
Síntesis de lo que perdemos estudiando solo la firma
La relación Blanco- Negro:
esto es la relación entre Pensamiento-emoción y acción
El aspecto espacio-temporal:
la configuración y comprensión personal de los relaciones Pasado-Futuro tal y
como interactúan hoy
La comparación entre los
ejes gráficos de la firma y los del texto
Qué ganamos = la rúbrica
<< En la
escritura existe una representación simbólica de la vida de relación de
la persona >> Bruni
Observación final: en
ningún momento afirmo que otros no puedan hallar en la firma aspectos que a mí
se me escapen. Si afirmo que prefiero que se me “escape“la firma a la totalidad
del resto documental
Juan Luis Allende del
Campo