lunes, 23 de septiembre de 2013

Abuso Sexual: Evaluación psiquiátrica forense en denuncia de niños


Abuso Sexual: Evaluación psiquiátrica forense en denuncia de niños 


Pocas cosas causan tanta preocupación en la justicia como el caso que requiere que un niño tome el lugar del testigo para dar testimonio. Esta preocupación aumenta cuando el niño testigo es requerido para hablar acerca de eventos traumáticos que pueden haberle ocurrido, particularmente en los casos de abuso sexual. El sistema judicial ha batallado al respecto con preguntas tales como:
· ¿los niños son mentalmente competentes para testificar? 
· ¿pueden brindar testimonio preciso acerca de hechos que han experimentado?
 
· ¿pueden ser llevados a dar testimonios inexactos?
· ¿mentirán acerca de cosas serias?
 
· ¿si los niños mienten, pueden esas mentiras ser detectadas por cualquier persona o se requieren técnicas especiales?
· ¿cómo valorar el grado de veracidad del testimonio de un niño?

Estas preguntas no son nuevas, tanto para la Ciencia como para la Ley. La investigación científica acerca de estas preguntas se remonta a más de cien años de antigüedad, pero en los últimos años el número creciente de denuncias de abuso de niños tuvo como resultado un incremento notorio de los niños llamados a testificar acerca de estos eventos traumáticos.
Por ello, encontrar y comprender las respuestas a las preguntas mencionadas anteriormente toma una importancia crítica en la Justicia, dado que pesan en la balanza tanto el bienestar de los niños como la libertad de los adultos acusados.
 
Típicamente, son hechos donde no suele haber testigos oculares ni evidencia física útil. Por lo tanto, el veredicto, la convalidación del relato del niño, la aceptación por parte de sus cuidadores y hasta la supervivencia emocional de la presunta víctima dependen del conocimiento, comprensión y habilidad del profesional que lo asista. También de su capacidad para transmitir, como es esperable, las explicaciones y los razonamientos por los cuales ha discernido la posibilidad de abuso sexual.
 

ESTADO ACTUAL DEL PROBLEMA
Las denuncias de Abuso Sexual Infantil plantean particularidades con relación al sistema legal que hacen que sean especialmente difíciles de adjudicar:
· la naturaleza de este delito lo convierte en un evento privado
· raramente hay testigos más allá del acusado y del niño o niña víctimas
· frecuentemente involucra a niños y niñas pequeños, con habilidades verbales limitadas
· no hay un conjunto de criterios diagnósticos y/o algún síndrome de Abuso Sexual Infantil específico y formalmente reconocido.
· EL NIÑO COMO TESTIGO
Debemos resaltar que gran cantidad de investigación científica, basada en evidencia empírica, sustenta la habilidad de los niños para brindar testimonio de manera certera. Es decir que, si se les permite contar su propia historia con sus propias palabras y sus propios términos, los niños pueden dar testimonios altamente precisos de cosas que han presenciado o experimentado, especialmente si para ellos son personalmente significativas o emocionalmente remarcables. Estos hallazgos son valederos aún para niños de edad prescolar.
 

Los niños pequeños pueden ser lógicos acerca de acontecimientos simples que tienen importancia para sus vidas. Sus relatos acerca de tales hechos suelen ser bastante precisos y bien estructurados. Los niños pueden recordar acertadamente hechos rutinarios que ellos han experimentado tales como ir a un restaurant, darse una vacuna, o tener un cumpleaños, como así también algo reciente y hechos únicos. Por supuesto, los hechos complejos (o relaciones complejas con altos niveles de abstracción o inferencias) presentan dificultades para los niños. Si los hechos complejos pueden separarse en simples, en unidades más manejables, los relatos de los niños suelen mejorar significativamente. Como sucede con los adultos, aún el recuerdo de hechos que son personalmente significativos para los niños pueden volverse menos detallistas con el paso del tiempo.
 

Los niños tienen dificultad en especificar el tiempo de los sucesos y ciertas características de las personas tales como la edad de la persona, altura, o peso. También pueden ser llevados a dar un falso testimonio de abuso ya que, como los adultos, pueden ser confundidos por el uso de preguntas sugestivas o tendenciosas (especialmente los más pequeños). Algunas veces son más sugestionables cuando son interrogados por figuras de autoridad. Más aún, los niños pequeños, especialmente los preescolares parecen menos capaces que los niños mayores de soportar las demandas sociales de la entrevista.
 
El uso de preguntas dirigidas puede llevar a errores en los relatos de los niños, pero es más fácil conducir erróneamente a los niños acerca de ciertos tipos de información que acerca de otros. Por ejemplo, puede ser relativamente fácil desviar a un niño de 4 años en los detalles tales como el color de los zapatos u ojos de alguien, pero es mucho más difícil desviar al mismo niño acerca de hechos que le son personalmente significativos tales como si fue golpeado o desvestido.
 

Habrá que captar el lenguaje del niño y adaptarse a él según su nivel de maduración y desarrollo cognitivo para facilitar su comunicación. Por ej. los niños pequeños pueden responder solamente aquella parte de la pregunta que ellos entienden, ignorando las otras partes que pueden ser cruciales para el interés del adulto. Por lo tanto es conveniente usar frases cortas, palabras cortas, y especificar la significación de las palabras empleadas.
 

Es importante detenerse en la descripción de los detalles y si es posible, obtener la historia más de una vez ya que el relato puede variar o puede emerger nueva información. Los entrevistadores también necesitan tener en cuenta que a veces, la información que los niños intentan aportar es certera, pero su relato acerca de esto puede parecer no solo erróneo, sino extraño para un adulto. Por ejemplo, un niño puede decir que "un perro volaba" sin decir al entrevistador que era un muñeco con el que jugaba a que pudiera volar.
 
Aunque los debates acerca de las habilidades de los niños en este área probablemente continúen por años, los profesionales de la Salud Mental pueden hacer contribuciones sustanciales a la Justicia al explorar técnicas que ayudan a los niños a comunicar sus experiencias de manera precisa y completa.
 

Las consideraciones evolutivas son cruciales en la determinación de la competencia de un niño para testificar. La edad cronológica, el nivel de funcionamiento psicosocial, el estado mental y emocional, así también como la naturaleza y cualidad de la dinámica familiar y compromiso familiar, tienen una influencia decisiva en la capacidad del niño testigo para satisfacer los elementos standard. El contexto mismo de la entrevista puede ser determinante. La intimidación no solo conduce a los niños a encerrarse y responder cada vez menos a las preguntas, sino que también puede incrementar su subjetividad.
 

El asesoramiento psiquiátrico forense en denuncias de Abuso Sexual Infantil se basa fuertemente en la habilidad del entrevistador para facilitar la comunicación del niño, ya que en general es reacio a hablar de la situación abusiva por varias razones:
· dependencia económica o emocional del abusador;
· el abusador amenazó al niño o a la madre;
· la familia no le ha brindado continencia, no le cree y/o lo culpabiliza;
· el niño se culpa a sí mismo o tiene vergüenza por lo que ocurrió;
· el niño tiene miedo de no ser creído, tanto porque el abusador es una persona familiar y/o respetable y creíble o porque no tiene lesiones físicas;
· al niño se le dio el mensaje que los temas sexuales nunca se discuten;
· el niño no tiene palabras para explicar lo que pasó ("él siempre me está molestando"), y los adultos del entorno no son capaces de interpretar lo que el niño está diciendo;
· el niño presenta amnesia del incidente o de algunos aspectos del mismo, al operar la represión por efecto del trauma del abuso;
· el niño se niega a evocar y/o a comunicar el presunto abuso, para evitar el trauma de la reviviscencia;

Para facilitar entonces su comunicación es conveniente tener en cuenta algunas consideraciones, dado que el niño en estos casos plantea desde el ángulo emocional, particularidades y necesidades únicas:
Es conveniente evitar entrevistas múltiples (presencia de varios peritos) y prolongadas;
El niño requiere un encuadre imparcial, objetivo y que le facilite el sentirse confortable (se contraindican los exámenes domiciliarios);
 
Requiere privacidad, evitando las interrupciones y distracciones innecesarias;
Entrevistar al niño solo si es posible;
Evitar que el niño presencie la descripción del adulto acerca de lo que ocurrió;
Evitar confrontar al niño con el supuesto perpetrador;

El examen psiquiátrico forense del niño en estos casos es diferente de la evaluación psiquiátrica usual. En primer lugar porque el examinador es interrogado acerca de que posibilidad de ocurrencia de cierto hecho y segundo porque se le pide que asesore acerca de la credibilidad de un niño.
 

La Entrevista Investigativa Forense es un componente del examen psiquiátrico cuyo objetivo es obtener información objetiva y no contaminada del evento por medio de la interacción verbal. Se investiga la memoria del evento, lugar, tiempo, hora, conducta del abusador y conducta de la víctima.-
Para ello es esencial mantenerse neutral emocionalmente, con una mentalidad abierta, adoptando una actitud no enjuiciadora e intentando obtener las particularidades de cada caso. Es conveniente una actitud relajada y sin apuros, que exprese interés en el bienestar del niño. Los niños reconocen fácilmente la ansiedad, incomodidad y/o el apuro de los adultos y son consecuentemente afectados. Hay que evitar juzgar la información suministrada por el niño (cuidando inclusive los gestos y el tono de voz empleados) o el proyectar implícita o explícitamente los propios sentimientos o percepciones acerca de la situación en el niño (por ej. reproche acerca de porque no habló antes). No presuponer culpabilidad o angustia, ambas pueden estar ausentes. No presuponer que el niño encuentre desagradable el contacto sexual.

El tiempo es fundamental para establecer un "raport" adecuado. Se puede comenzar conversando con el niño tópicos comunes no sexuales, para facilitar al niño el sentirse cómodo en la situación, disminuir su ansiedad y para determinar el nivel general del funcionamiento mental. Conviene evitar el tema del abuso antes de establecer una adecuada relación.
 
Al mismo tiempo determinaremos el nivel de comprensión y la terminología que utiliza en general. Debemos estar preparados para usar la terminología propia del niño.
 
No hay un elemento único que haga diagnóstico específico ni test para detectar Abuso Sexual Infantil, sino que deben tenerse en cuenta la información obtenida en su conjunto.
 
Son fundamentales los datos autobiográficos, los antecedentes personales y heredofamiliares, la entrevista clínica individual, el relato y vivencias de los hechos que se investigan, la observación de la conducta, del estado emocional y del lenguaje corporal y gestual. En niños pequeños puede emplearse la "Hora de Juego Diagnóstica", donde eventualmente podrán surgir indicadores de trauma.
 
La Entrevista Investigativa Forense está diseñada para maximizar el monto de información precisa obtenida del niño, por medio de la rememoración libre y sin inducirlo. Se comienza con preguntas de final abierto y a medida que la entrevista progresa, sobre la base de la información que el niño va aportando, se pueden efectuar preguntas focalizadas para expandir o clarificar ciertas áreas si lo consideramos necesario.
EL VOCABULARIO DE LAS ENTREVISTAS INVESTIGATIVAS
Los profesionales usan varias palabras para describir tipos de preguntas incluyendo de final abierto, focalizadas, específicas, sugestivas y directivas, para nombrar las más comunes. No hay un consenso universal acerca del significado de estas palabras. La pregunta de si una pregunta es sugestiva o no, depende de cómo es hecha, por quién, y dónde encaja en la totalidad del contexto socio-psico-lingüístico.

Una pregunta de final abierto es una invitación a hablar, por ejemplo ¿sabés porqué estás aquí?, ¿pasó algo? ¿podés contarme qué pasó?. Las preguntas focalizadas son aquellas que centran la atención del niño en un tópico, lugar o persona particular sin proveer información acerca del objeto de la pregunta: por ejemplo "hablemos del jardín", sin sugerir el tipo de información que se quiere obtener acerca del jardín. Cuándo, cómo, dónde, quién, son preguntas focalizadas. Deben evitarse las preguntas "por qué", ya que los niños suelen vivenciarlas con culpa.

No hay una línea clara entre preguntas focalizadas y específicas. En muchos casos una pregunta específica es simplemente una pregunta que explora mayores detalles siguiendo una respuesta del niño a una pregunta de final abierto o focalizada. Las preguntas específicas algunas veces conllevan a respuestas cortas: ¿de qué color era su remera?, es una pregunta específica. Preguntas tales como ¿la remera era roja? Requiere respuestas por si o por no, por ello no son aconsejables. Si esas preguntas son directivas o sugestivas puede depender del contexto en que la pregunta es hecha (por ejemplo el niño mencionó antes o no que alguien vestía remera).

Una pregunta dirigida, sesgada, sugestiva y/o tendenciosa es una pregunta que sugiere que el entrevistador está buscando una respuesta en particular, aquella que sugiere al testigo la respuesta que el interrogador desea. Por supuesto, las preguntas dirigidas vienen en blanco y negro y en innumerables tonos de grises. Pocos negarían que la pregunta "¿te tocó el pito, no es cierto?" no solamente es dirigida, sino en alto grado ya que es esencialmente una declaración de hecho seguida por un pedido de consentimiento. Un ejemplo adicional de una pregunta dirigida es "Él te llevó allí tres veces, no es cierto?".

Si la pregunta del entrevistador introduce información que el niño no había mencionado previamente, se incrementan las posibilidades de error en la información obtenida. Un análisis certero requiere la consideración de cada pregunta en su turno, juntamente con el análisis de la pregunta que la precedió. Cada pregunta es una puntada del tapiz, para ver el patrón, es necesario pararse y mirar el todo en conjunto.


ENTREVISTAS APROPIADAS
Cada niño es único. No hay una única manera correcta de entrevistar niños, no hay un protocolo que los profesionales deban seguir siempre. Los entrevistadores improvisan a medida que la entrevista se va desplegando y la flexibilidad es la orden del día, acorde a las necesidades del niño.

Debemos tener en cuenta los presupuestos del psiquismo infantil al ser entrevistados: toda pregunta debe ser contestada, aunque no la haya comprendido; toda pregunta tiene una respuesta correcta o incorrecta; el entrevistador ya sabe que pasó entonces si dice algo que difiere de lo que yo recuerdo, yo estoy equivocado y no tengo permitido decir "no sé" o a preguntarle al entrevistador para que me aclare la pregunta. Por ello es recomendable que los niños sean informados acerca de lo que se espera de ellos y del propósito de la entrevista.
 
El evaluador además necesita estar al tanto del desarrollo cognitivo y emocional del niño y como éste puede afectar la interpretación y el recuerdo de todo el evento.

VALORACIÓN DE LA CREDIBILIDAD DEL NIÑO
Es frecuente que en los casos de abuso sexual infantil, se solicite al perito que sea asesorada la credibilidad y competencia del niño/a durante las entrevistas. La credibilidad se refiere a la veracidad y precisión del niño. 

Los factores que influencian favorablemente la credibilidad en el niño/a incluyen: las descripciones detalladas en el lenguaje propio del niño/a y desde el punto de vista del niño/a, su espontaneidad, el grado de ansiedad, la consistencia de los relatos a lo largo del tiempo, etc. Habrá también que considerar la posibilidad de influencia para fabricación.
 
En los casos en que el relato está ausente o es pobre, debemos tener en cuenta varias posibilidades tales como:
· Examen insuficiente o técnicamente mal conducido;
 
· Limitaciones emocionales y/o cognitivas del niño/a: por características del niño o de la situación. Por ej. niño muy pequeño, y/o con retraso mental o lenguaje precario, o amenazado, inhibido emocionalmente o sin adecuada continencia familiar, retractación, etc.;
· La posibilidad de falsas denuncias: debe tenerse en cuenta que la revisión de la literatura revela gran confusión en las definiciones de lo que se considera falsa denuncia. Algunos autores no distinguen entre denuncias insustanciadas y denuncias falsas. Las denuncias pueden ser divididas en 3 tipos a los cuales se le han dado una variedad de nombres:
 
1. sustanciado/ fundado/ verdadero/ confirmado/ probado;
2. insustanciado/ infundado/ no probado/ insuficiente información;
3. falso/ ficticio/ erróneo.
Los casos insustanciados/ infundados incluyen aquellos donde la evidencia es insuficiente para clasificar el caso en la categoría positiva; sin embargo, estos casos no necesariamente reflejan "denuncias falsas" porque muchas de ellas pueden incluir reclamos válidos de abuso que simplemente no alcanzan el nivel de prueba requerido para iniciar una investigación o para llevar el caso a la Justicia. 

La ¨Falsa Denuncia¨ también puede ser considerada como una queja que se juzga como no ocurrida. Numerosas condiciones, sin embargo, pueden llevar a una falsa queja de abuso sexual. Estas condiciones incluyen: falta de conocimiento de la sexualidad normal; en niños pequeños la inmadurez social y limitación de sus habilidades comunicacionales; la confusión respecto de la ansiedad de separación en niños pequeños; un niño muy ansioso con un padre ansioso; una percepción errónea, por ej., de situaciones "fronterizas" tales como: dormir o bañarse con el niño; presencia de otros tipos de violencia familiar; el abuso atribuido a la persona errónea; el niño que miente por ej. para encontrar un destino alternativo; psicopatología en el niño o en el padre; el adiestramiento por uno de los padres; técnicas de entrevista coercitivas y dirigidas; entrevistas excesivas; y la pobre documentación del caso.

Sumados a las dificultades con las definiciones hay alguna confusión semántica acerca de la palabra "falso" que puede ser tomada para significar tanto mendaz, engañoso, así como erróneo o equivocado. Por ello, el número de denuncias falsas a veces es erróneamente confundido con el numero de denuncias no sustanciadas o infundadas. Eventualmente algunas de estas denuncias podrán ser validadas con el seguimiento del caso. Por lo tanto, el número de falsas denuncias es probablemente menor que el número de casos infundados o no sustanciados. Algunos investigadores reservan la designación de "denuncias falsas" a aquellos casos donde hay intención deliberada y maliciosa de producir una denuncia falsa.
 
Por ello, debe tenerse especial cuidado al considerarse la posibilidad de falsas denuncias, revisar las fuentes de las denuncias, particularmente si proviene de uno de los padres, no hay relato del niño ni otros indicadores y es realizada en el contexto de una disputa por la tenencia del niño/a o por el régimen de visitas.
También debemos considerar que pueden haber interpretaciones erróneas de dichos o actitudes del niño por parte de los adultos que los cuidan, que el conflicto entre los padres es habitual en los casos de A.S.I. (Abuso Sexual Infantil) intrafamiliar y ello no debería cegarnos al investigar el caso en particular. Como se expresara más arriba, las ¨falsas denuncias¨ surgen por una variedad de razones y la palabra ¨falsa¨ puede implicar tanto actividades erróneas como engañosas. Esta ambigüedad, junto con prejuicios de género, puede conducir al descreimiento y la inculpación de los padres que denuncian abuso sexual en el contexto de una disputa acerca del régimen de visitas o de la tenencia.
Por esto es necesario resaltar que:
· es fundamental considerar las producciones del niño por sí mismas y también, particularmente, si hay una historia previa de abuso sexual para aclarar los diferentes casos.
 
· el evaluador necesita estar al tanto del desarrollo cognitivo y estado emocional del niño y como este puede afectar la interpretación y el recuerdo de todo el evento.
 
· no ignorar la información colaboradora, incluyendo informes médicos o escolares, evaluaciones psiquiátricas previas u otros elementos que surjan de las personas involucradas en el cuidado del niño.

MUÑECOS ANATÓMICAMENTE CORRECTOS
El uso de los muñecos "anatómicamente correctos" es ciertamente un tema controvertido y es necesario saber que no es necesario usarlos en estos casos ni son un Test para detectar Abuso Sexual (por ello no se usan en el área de Psiquiatría Infantil del Cuerpo Médico Forense). 
Podrían ser útiles para facilitar el obtener información y descubrir terminología de partes anatómicas y permitir al niño que no puede hablar o dibujar sobre aquello que ocurrió, mostrarlo.
 
Es importante evitar utilizar los muñecos como modo de entrenar, dirigir o instruir al niño y tampoco deben ser usados como un atajo para una evaluación más comprensiva del niño y de la familia del niño. Además los hallazgos no deben ser analizados aisladamente ya que por sí mismos no proveen respuestas confiables o prueba definitiva de si ocurrió o no el abuso.

USO DE LOS DIBUJOS DE LOS NIÑOS
Los dibujos de los niños pueden ser muy útiles al asesorar sobre ASI. Los dibujos espontáneos, así como proponerles dibujar un hombre o una mujer, la familia kinética o autorretratos, pedirles que dibujen que pasó, o dónde. Los niños son capaces de dibujar y describir donde está el imputado. Lo útil de la asociación de los dibujos radica en los efectos que genera la información que ponen al descubierto. Hay algunos hallazgos en los dibujos que son sugerentes de abuso sexual en general: el dibujo de los genitales o la alternativa de evitar cualquier carácter sexual en conjunto.
Nuevamente es necesario aclarar que estos dibujos son usados como una herramienta, como parte de la evaluación, no pueden ser juzgados aisladamente para decidir si el abuso ha ocurrido o no.

CONCLUSIONES
La relevancia legal del examen psiquiátrico forense en Abuso Sexual Infantil es hacer más o menos probable la veracidad de un niño como testigo. Esta opinión se basa en el examen psíquico del niño y en ese sentido, no es diferente de cualquier otra evidencia que requiere interpretación experta antes de ser de utilidad. Es imprescindible tener en cuenta la importancia de tomar a todo el proceso en su totalidad a la hora de asesorar y discernir sobre la probabilidad de que haya ocurrido un abuso. Raramente es un hallazgo solo el que hace diagnóstico, dicho hallazgo debe ser interpretado en el contexto global de la evaluación.
A pesar de los problemas asociados con las revelaciones de los niños, los expertos en el campo del maltrato infantil están de acuerdo en que la historia obtenida del niño es la evidencia más importante -y la única en la mayoría de los casos-.
 
Muchos casos son ambiguos y un diagnóstico concluyente no siempre es posible. Sin embargo, la intervención de un capacitado equipo interdisciplinario es siempre la óptima aproximación al diagnóstico de abuso sexual.

BIBLIOGRAFIA
1. Violencia Familiar y Abuso Sexual. Compilación de Viar y Lamberti. Editorial Universidad, 1998.
2. Incesto paterno-filial. Eva Giberti (Dirección). Editorial Universidad. 1998.
3. Child Victims, Child Witnesses. Understanding and Improving Testimony. Gail S. Goodman, Bette L. Bottoms.The Guilford Press, 1993.
4. Legal Issues in Child Abuse and Neglect Practice. Second Edition. John E. B. Myers. Sage Publications. 1998.
 
5. Abuso Sexual Infantil en las mejores familias. Irene Intebi. Editorial Granica. 1998.
6. Assessing children´s credibility: Scientific and legal issues. Charles Robert Honts. North Dakota Law Review Volume 70 1994 Number 4.
7. El abuso sexual infantil revisado por la Corte Suprema de los Estados Unidos, Dr. Kermani, Journal American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 1993.
 
8. Maltrato Infantil. Riesgos del compromiso profesional. Silvio Lamberti (compilador). Editorial Universidad, 2003.


Cuadernos de Medicina Forense. Año 2, Nº2, Pág.33

Por Virginia Berlinerblau y Estela Taylor

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