Abuso Sexual:
Evaluación psiquiátrica forense en denuncia de niños
Pocas cosas causan tanta preocupación en la
justicia como el caso que requiere que un niño tome el lugar del testigo
para dar testimonio. Esta preocupación aumenta cuando el niño testigo es
requerido para hablar acerca de eventos traumáticos que pueden haberle
ocurrido, particularmente en los casos de abuso sexual. El sistema judicial
ha batallado al respecto con preguntas tales como:
· ¿los niños son mentalmente competentes para
testificar?
· ¿pueden brindar testimonio preciso acerca de hechos que han
experimentado?
· ¿pueden ser llevados a dar testimonios inexactos?
· ¿mentirán acerca de cosas serias?
· ¿si los niños mienten, pueden esas mentiras ser detectadas por cualquier
persona o se requieren técnicas especiales?
· ¿cómo valorar el grado de veracidad del testimonio de un niño?
Estas preguntas no son nuevas, tanto para la Ciencia como para la Ley. La
investigación científica acerca de estas preguntas se remonta a más de cien
años de antigüedad, pero en los últimos años el número creciente de
denuncias de abuso de niños tuvo como resultado un incremento notorio de
los niños llamados a testificar acerca de estos eventos traumáticos.
Por ello, encontrar y comprender las respuestas a las preguntas mencionadas
anteriormente toma una importancia crítica en la Justicia, dado que pesan
en la balanza tanto el bienestar de los niños como la libertad de los
adultos acusados.
Típicamente, son hechos donde no suele haber testigos oculares ni evidencia
física útil. Por lo tanto, el veredicto, la convalidación del relato del
niño, la aceptación por parte de sus cuidadores y hasta la supervivencia
emocional de la presunta víctima dependen del conocimiento, comprensión y
habilidad del profesional que lo asista. También de su capacidad para
transmitir, como es esperable, las explicaciones y los razonamientos por
los cuales ha discernido la posibilidad de abuso sexual.
ESTADO ACTUAL DEL PROBLEMA
Las denuncias de Abuso Sexual Infantil plantean particularidades con
relación al sistema legal que hacen que sean especialmente difíciles de
adjudicar:
· la naturaleza de este delito lo convierte en un evento privado
· raramente hay testigos más allá del acusado y del niño o niña víctimas
· frecuentemente involucra a niños y niñas pequeños, con habilidades
verbales limitadas
· no hay un conjunto de criterios diagnósticos y/o algún síndrome de Abuso
Sexual Infantil específico y formalmente reconocido.
· EL NIÑO COMO TESTIGO
Debemos resaltar que gran cantidad de investigación científica, basada en
evidencia empírica, sustenta la habilidad de los niños para brindar
testimonio de manera certera. Es decir que, si se les permite contar su
propia historia con sus propias palabras y sus propios términos, los niños
pueden dar testimonios altamente precisos de cosas que han presenciado o
experimentado, especialmente si para ellos son personalmente significativas
o emocionalmente remarcables. Estos hallazgos son valederos aún para niños
de edad prescolar.
Los niños pequeños pueden ser lógicos acerca de acontecimientos simples que
tienen importancia para sus vidas. Sus relatos acerca de tales hechos
suelen ser bastante precisos y bien estructurados. Los niños pueden
recordar acertadamente hechos rutinarios que ellos han experimentado tales
como ir a un restaurant, darse una vacuna, o tener un cumpleaños, como así
también algo reciente y hechos únicos. Por supuesto, los hechos complejos
(o relaciones complejas con altos niveles de abstracción o inferencias)
presentan dificultades para los niños. Si los hechos complejos pueden
separarse en simples, en unidades más manejables, los relatos de los niños
suelen mejorar significativamente. Como sucede con los adultos, aún el
recuerdo de hechos que son personalmente significativos para los niños
pueden volverse menos detallistas con el paso del tiempo.
Los niños tienen dificultad en especificar el tiempo de los sucesos y
ciertas características de las personas tales como la edad de la persona,
altura, o peso. También pueden ser llevados a dar un falso testimonio de
abuso ya que, como los adultos, pueden ser confundidos por el uso de
preguntas sugestivas o tendenciosas (especialmente los más pequeños).
Algunas veces son más sugestionables cuando son interrogados por figuras de
autoridad. Más aún, los niños pequeños, especialmente los preescolares
parecen menos capaces que los niños mayores de soportar las demandas
sociales de la entrevista.
El uso de preguntas dirigidas puede llevar a errores en los relatos de los
niños, pero es más fácil conducir erróneamente a los niños acerca de
ciertos tipos de información que acerca de otros. Por ejemplo, puede ser
relativamente fácil desviar a un niño de 4 años en los detalles tales como
el color de los zapatos u ojos de alguien, pero es mucho más difícil
desviar al mismo niño acerca de hechos que le son personalmente
significativos tales como si fue golpeado o desvestido.
Habrá que captar el lenguaje del niño y adaptarse a él según su nivel de
maduración y desarrollo cognitivo para facilitar su comunicación. Por ej.
los niños pequeños pueden responder solamente aquella parte de la pregunta
que ellos entienden, ignorando las otras partes que pueden ser cruciales
para el interés del adulto. Por lo tanto es conveniente usar frases cortas,
palabras cortas, y especificar la significación de las palabras empleadas.
Es importante detenerse en la descripción de los detalles y si es posible,
obtener la historia más de una vez ya que el relato puede variar o puede
emerger nueva información. Los entrevistadores también necesitan tener en
cuenta que a veces, la información que los niños intentan aportar es
certera, pero su relato acerca de esto puede parecer no solo erróneo, sino
extraño para un adulto. Por ejemplo, un niño puede decir que "un perro
volaba" sin decir al entrevistador que era un muñeco con el que jugaba
a que pudiera volar.
Aunque los debates acerca de las habilidades de los niños en este área
probablemente continúen por años, los profesionales de la Salud Mental
pueden hacer contribuciones sustanciales a la Justicia al explorar técnicas
que ayudan a los niños a comunicar sus experiencias de manera precisa y
completa.
Las consideraciones evolutivas son cruciales en la determinación de la
competencia de un niño para testificar. La edad cronológica, el nivel de
funcionamiento psicosocial, el estado mental y emocional, así también como
la naturaleza y cualidad de la dinámica familiar y compromiso familiar,
tienen una influencia decisiva en la capacidad del niño testigo para
satisfacer los elementos standard. El contexto mismo de la entrevista puede
ser determinante. La intimidación no solo conduce a los niños a encerrarse
y responder cada vez menos a las preguntas, sino que también puede
incrementar su subjetividad.
El asesoramiento psiquiátrico forense en denuncias de Abuso Sexual Infantil
se basa fuertemente en la habilidad del entrevistador para facilitar la
comunicación del niño, ya que en general es reacio a hablar de la situación
abusiva por varias razones:
· dependencia económica o emocional del abusador;
· el abusador amenazó al niño o a la madre;
· la familia no le ha brindado continencia, no le cree y/o lo culpabiliza;
· el niño se culpa a sí mismo o tiene vergüenza por lo que ocurrió;
· el niño tiene miedo de no ser creído, tanto porque el abusador es una
persona familiar y/o respetable y creíble o porque no tiene lesiones
físicas;
· al niño se le dio el mensaje que los temas sexuales nunca se discuten;
· el niño no tiene palabras para explicar lo que pasó ("él siempre me
está molestando"), y los adultos del entorno no son capaces de
interpretar lo que el niño está diciendo;
· el niño presenta amnesia del incidente o de algunos aspectos del mismo,
al operar la represión por efecto del trauma del abuso;
· el niño se niega a evocar y/o a comunicar el presunto abuso, para evitar
el trauma de la reviviscencia;
Para facilitar entonces su comunicación es conveniente tener en cuenta
algunas consideraciones, dado que el niño en estos casos plantea desde el
ángulo emocional, particularidades y necesidades únicas:
Es conveniente evitar entrevistas múltiples (presencia de varios peritos) y
prolongadas;
El niño requiere un encuadre imparcial, objetivo y que le facilite el
sentirse confortable (se contraindican los exámenes domiciliarios);
Requiere privacidad, evitando las interrupciones y distracciones
innecesarias;
Entrevistar al niño solo si es posible;
Evitar que el niño presencie la descripción del adulto acerca de lo que
ocurrió;
Evitar confrontar al niño con el supuesto perpetrador;
El examen psiquiátrico forense del niño en estos casos es diferente de la
evaluación psiquiátrica usual. En primer lugar porque el examinador es
interrogado acerca de que posibilidad de ocurrencia de cierto hecho y
segundo porque se le pide que asesore acerca de la credibilidad de un niño.
La Entrevista Investigativa Forense es un componente del examen
psiquiátrico cuyo objetivo es obtener información objetiva y no contaminada
del evento por medio de la interacción verbal. Se investiga la memoria del
evento, lugar, tiempo, hora, conducta del abusador y conducta de la
víctima.-
Para ello es esencial mantenerse neutral emocionalmente, con una mentalidad
abierta, adoptando una actitud no enjuiciadora e intentando obtener las
particularidades de cada caso. Es conveniente una actitud relajada y sin
apuros, que exprese interés en el bienestar del niño. Los niños reconocen
fácilmente la ansiedad, incomodidad y/o el apuro de los adultos y son
consecuentemente afectados. Hay que evitar juzgar la información
suministrada por el niño (cuidando inclusive los gestos y el tono de voz
empleados) o el proyectar implícita o explícitamente los propios
sentimientos o percepciones acerca de la situación en el niño (por ej.
reproche acerca de porque no habló antes). No presuponer culpabilidad o
angustia, ambas pueden estar ausentes. No presuponer que el niño encuentre
desagradable el contacto sexual.
El tiempo es fundamental para establecer un "raport" adecuado. Se
puede comenzar conversando con el niño tópicos comunes no sexuales, para
facilitar al niño el sentirse cómodo en la situación, disminuir su ansiedad
y para determinar el nivel general del funcionamiento mental. Conviene
evitar el tema del abuso antes de establecer una adecuada relación.
Al mismo tiempo determinaremos el nivel de comprensión y la terminología
que utiliza en general. Debemos estar preparados para usar la terminología
propia del niño.
No hay un elemento único que haga diagnóstico específico ni test para
detectar Abuso Sexual Infantil, sino que deben tenerse en cuenta la
información obtenida en su conjunto.
Son fundamentales los datos autobiográficos, los antecedentes personales y
heredofamiliares, la entrevista clínica individual, el relato y vivencias
de los hechos que se investigan, la observación de la conducta, del estado
emocional y del lenguaje corporal y gestual. En niños pequeños puede
emplearse la "Hora de Juego Diagnóstica", donde eventualmente
podrán surgir indicadores de trauma.
La Entrevista Investigativa Forense está diseñada para maximizar el monto
de información precisa obtenida del niño, por medio de la rememoración
libre y sin inducirlo. Se comienza con preguntas de final abierto y a
medida que la entrevista progresa, sobre la base de la información que el
niño va aportando, se pueden efectuar preguntas focalizadas para expandir o
clarificar ciertas áreas si lo consideramos necesario.
EL VOCABULARIO DE LAS ENTREVISTAS
INVESTIGATIVAS
Los profesionales usan varias palabras para describir tipos de preguntas
incluyendo de final abierto, focalizadas, específicas, sugestivas y
directivas, para nombrar las más comunes. No hay un consenso universal
acerca del significado de estas palabras. La pregunta de si una pregunta es
sugestiva o no, depende de cómo es hecha, por quién, y dónde encaja en la
totalidad del contexto socio-psico-lingüístico.
Una pregunta de final abierto es una invitación a hablar, por ejemplo
¿sabés porqué estás aquí?, ¿pasó algo? ¿podés contarme qué pasó?. Las
preguntas focalizadas son aquellas que centran la atención del niño en un
tópico, lugar o persona particular sin proveer información acerca del
objeto de la pregunta: por ejemplo "hablemos del jardín", sin
sugerir el tipo de información que se quiere obtener acerca del jardín.
Cuándo, cómo, dónde, quién, son preguntas focalizadas. Deben evitarse las
preguntas "por qué", ya que los niños suelen vivenciarlas con
culpa.
No hay una línea clara entre preguntas focalizadas y específicas. En muchos
casos una pregunta específica es simplemente una pregunta que explora
mayores detalles siguiendo una respuesta del niño a una pregunta de final
abierto o focalizada. Las preguntas específicas algunas veces conllevan a
respuestas cortas: ¿de qué color era su remera?, es una pregunta
específica. Preguntas tales como ¿la remera era roja? Requiere respuestas
por si o por no, por ello no son aconsejables. Si esas preguntas son
directivas o sugestivas puede depender del contexto en que la pregunta es
hecha (por ejemplo el niño mencionó antes o no que alguien vestía remera).
Una pregunta dirigida, sesgada, sugestiva y/o tendenciosa es una pregunta
que sugiere que el entrevistador está buscando una respuesta en particular,
aquella que sugiere al testigo la respuesta que el interrogador desea. Por
supuesto, las preguntas dirigidas vienen en blanco y negro y en
innumerables tonos de grises. Pocos negarían que la pregunta "¿te tocó
el pito, no es cierto?" no solamente es dirigida, sino en alto grado
ya que es esencialmente una declaración de hecho seguida por un pedido de
consentimiento. Un ejemplo adicional de una pregunta dirigida es "Él
te llevó allí tres veces, no es cierto?".
Si la pregunta del entrevistador introduce información que el niño no había
mencionado previamente, se incrementan las posibilidades de error en la
información obtenida. Un análisis certero requiere la consideración de cada
pregunta en su turno, juntamente con el análisis de la pregunta que la
precedió. Cada pregunta es una puntada del tapiz, para ver el patrón, es
necesario pararse y mirar el todo en conjunto.
ENTREVISTAS APROPIADAS
Cada niño es único. No hay una única manera
correcta de entrevistar niños, no hay un protocolo que los profesionales
deban seguir siempre. Los entrevistadores improvisan a medida que la
entrevista se va desplegando y la flexibilidad es la orden del día, acorde
a las necesidades del niño.
Debemos tener en cuenta los presupuestos del psiquismo infantil al ser
entrevistados: toda pregunta debe ser contestada, aunque no la haya
comprendido; toda pregunta tiene una respuesta correcta o incorrecta; el
entrevistador ya sabe que pasó entonces si dice algo que difiere de lo que
yo recuerdo, yo estoy equivocado y no tengo permitido decir "no
sé" o a preguntarle al entrevistador para que me aclare la pregunta.
Por ello es recomendable que los niños sean informados acerca de lo que se
espera de ellos y del propósito de la entrevista.
El evaluador además necesita estar al tanto del desarrollo cognitivo y
emocional del niño y como éste puede afectar la interpretación y el
recuerdo de todo el evento.
VALORACIÓN DE LA CREDIBILIDAD DEL NIÑO
Es frecuente que en los casos de abuso sexual
infantil, se solicite al perito que sea asesorada la credibilidad y
competencia del niño/a durante las entrevistas. La credibilidad se refiere
a la veracidad y precisión del niño.
Los factores que influencian favorablemente la credibilidad en el niño/a
incluyen: las descripciones detalladas en el lenguaje propio del niño/a y
desde el punto de vista del niño/a, su espontaneidad, el grado de ansiedad,
la consistencia de los relatos a lo largo del tiempo, etc. Habrá también
que considerar la posibilidad de influencia para fabricación.
En los casos en que el relato está ausente o es pobre, debemos tener en
cuenta varias posibilidades tales como:
· Examen insuficiente o técnicamente mal conducido;
· Limitaciones emocionales y/o cognitivas del niño/a: por características
del niño o de la situación. Por ej. niño muy pequeño, y/o con retraso
mental o lenguaje precario, o amenazado, inhibido emocionalmente o sin
adecuada continencia familiar, retractación, etc.;
· La posibilidad de falsas denuncias: debe tenerse en cuenta que la
revisión de la literatura revela gran confusión en las definiciones de lo
que se considera falsa denuncia. Algunos autores no distinguen entre denuncias
insustanciadas y denuncias falsas. Las denuncias pueden ser divididas en 3
tipos a los cuales se le han dado una variedad de nombres:
1. sustanciado/ fundado/ verdadero/ confirmado/
probado;
2. insustanciado/ infundado/ no probado/ insuficiente información;
3. falso/ ficticio/ erróneo.
Los casos insustanciados/ infundados incluyen
aquellos donde la evidencia es insuficiente para clasificar el caso en la
categoría positiva; sin embargo, estos casos no necesariamente reflejan
"denuncias falsas" porque muchas de ellas pueden incluir reclamos
válidos de abuso que simplemente no alcanzan el nivel de prueba requerido
para iniciar una investigación o para llevar el caso a la Justicia.
La ¨Falsa Denuncia¨ también puede ser considerada como una queja que se
juzga como no ocurrida. Numerosas condiciones, sin embargo, pueden llevar a
una falsa queja de abuso sexual. Estas condiciones incluyen: falta de
conocimiento de la sexualidad normal; en niños pequeños la inmadurez social
y limitación de sus habilidades comunicacionales; la confusión respecto de
la ansiedad de separación en niños pequeños; un niño muy ansioso con un
padre ansioso; una percepción errónea, por ej., de situaciones
"fronterizas" tales como: dormir o bañarse con el niño; presencia
de otros tipos de violencia familiar; el abuso atribuido a la persona
errónea; el niño que miente por ej. para encontrar un destino alternativo;
psicopatología en el niño o en el padre; el adiestramiento por uno de los
padres; técnicas de entrevista coercitivas y dirigidas; entrevistas
excesivas; y la pobre documentación del caso.
Sumados a las dificultades con las definiciones hay alguna confusión
semántica acerca de la palabra "falso" que puede ser tomada para
significar tanto mendaz, engañoso, así como erróneo o equivocado. Por ello,
el número de denuncias falsas a veces es erróneamente confundido con el
numero de denuncias no sustanciadas o infundadas. Eventualmente algunas de
estas denuncias podrán ser validadas con el seguimiento del caso. Por lo
tanto, el número de falsas denuncias es probablemente menor que el número
de casos infundados o no sustanciados. Algunos investigadores reservan la
designación de "denuncias falsas" a aquellos casos donde hay
intención deliberada y maliciosa de producir una denuncia falsa.
Por ello, debe tenerse especial cuidado al considerarse la posibilidad de
falsas denuncias, revisar las fuentes de las denuncias, particularmente si
proviene de uno de los padres, no hay relato del niño ni otros indicadores
y es realizada en el contexto de una disputa por la tenencia del niño/a o
por el régimen de visitas.
También debemos considerar que pueden haber
interpretaciones erróneas de dichos o actitudes del niño por parte de los
adultos que los cuidan, que el conflicto entre los padres es habitual en
los casos de A.S.I. (Abuso Sexual Infantil) intrafamiliar y ello no debería
cegarnos al investigar el caso en particular. Como se expresara más arriba,
las ¨falsas denuncias¨ surgen por una variedad de razones y la palabra
¨falsa¨ puede implicar tanto actividades erróneas como engañosas. Esta
ambigüedad, junto con prejuicios de género, puede conducir al descreimiento
y la inculpación de los padres que denuncian abuso sexual en el contexto de
una disputa acerca del régimen de visitas o de la tenencia.
Por esto es necesario resaltar que:
· es fundamental considerar las producciones del niño por sí mismas y
también, particularmente, si hay una historia previa de abuso sexual para
aclarar los diferentes casos.
· el evaluador necesita estar al tanto del desarrollo cognitivo y estado
emocional del niño y como este puede afectar la interpretación y el
recuerdo de todo el evento.
· no ignorar la información colaboradora, incluyendo informes médicos o
escolares, evaluaciones psiquiátricas previas u otros elementos que surjan
de las personas involucradas en el cuidado del niño.
MUÑECOS ANATÓMICAMENTE CORRECTOS
El uso de los muñecos "anatómicamente
correctos" es ciertamente un tema controvertido y es necesario saber
que no es necesario usarlos en estos casos ni son un Test para detectar
Abuso Sexual (por ello no se usan en el área de Psiquiatría Infantil del
Cuerpo Médico Forense).
Podrían ser útiles para facilitar el obtener información y descubrir
terminología de partes anatómicas y permitir al niño que no puede hablar o
dibujar sobre aquello que ocurrió, mostrarlo.
Es importante evitar utilizar los muñecos como modo de entrenar, dirigir o
instruir al niño y tampoco deben ser usados como un atajo para una
evaluación más comprensiva del niño y de la familia del niño. Además los
hallazgos no deben ser analizados aisladamente ya que por sí mismos no
proveen respuestas confiables o prueba definitiva de si ocurrió o no el
abuso.
USO DE LOS DIBUJOS DE LOS NIÑOS
Los dibujos de los niños pueden ser muy útiles
al asesorar sobre ASI. Los dibujos espontáneos, así como proponerles
dibujar un hombre o una mujer, la familia kinética o autorretratos,
pedirles que dibujen que pasó, o dónde. Los niños son capaces de dibujar y
describir donde está el imputado. Lo útil de la asociación de los dibujos
radica en los efectos que genera la información que ponen al descubierto.
Hay algunos hallazgos en los dibujos que son sugerentes de abuso sexual en
general: el dibujo de los genitales o la alternativa de evitar cualquier
carácter sexual en conjunto.
Nuevamente es necesario aclarar que estos dibujos son usados como una
herramienta, como parte de la evaluación, no pueden ser juzgados
aisladamente para decidir si el abuso ha ocurrido o no.
CONCLUSIONES
La relevancia legal del examen psiquiátrico
forense en Abuso Sexual Infantil es hacer más o menos probable la veracidad
de un niño como testigo. Esta opinión se basa en el examen psíquico del
niño y en ese sentido, no es diferente de cualquier otra evidencia que
requiere interpretación experta antes de ser de utilidad. Es imprescindible
tener en cuenta la importancia de tomar a todo el proceso en su totalidad a
la hora de asesorar y discernir sobre la probabilidad de que haya ocurrido
un abuso. Raramente es un hallazgo solo el que hace diagnóstico, dicho
hallazgo debe ser interpretado en el contexto global de la evaluación.
A pesar de los problemas asociados con las revelaciones de los niños, los
expertos en el campo del maltrato infantil están de acuerdo en que la
historia obtenida del niño es la evidencia más importante -y la única en la
mayoría de los casos-.
Muchos casos son ambiguos y un diagnóstico concluyente no siempre es
posible. Sin embargo, la intervención de un capacitado equipo
interdisciplinario es siempre la óptima aproximación al diagnóstico de
abuso sexual.
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5. Abuso Sexual Infantil en las mejores familias. Irene Intebi. Editorial
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Robert Honts. North Dakota Law Review Volume 70 1994 Number 4.
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8. Maltrato Infantil. Riesgos del compromiso profesional. Silvio Lamberti
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